29.12.15

15 años de Gilmore Girls


Levantemos las tazas y brindemos porque hace quince años que estas chicas empezaron a pedir café. Además, lo hacemos con la estupenda noticia que estábamos deseando oír muchos desde hace tiempo: ¡Van a rodar nuevos episodios! Serán sólo cuatro (cada uno representará una estación del año) de noventa minutos, pero yo creo que nos quedaremos a gusto o eso espero.

Fueron siete años de frases rápidas, ingeniosas ocurrencias, risas, lágrimas, referencias literarias, mucho cine, buena música, bonitos amores a veces desincronizados, magníficas escenas familiares y excelente representación de la amistad... ¡Qué grandes guionistas! Pero ¡atención! Tenemos una serie bastante diferente si la vemos en versión original o doblada al castellano, sobre todo la primera temporada donde cambiaron diálogos enteros y eliminaron muchas referencias básicas que definen a las dos protagonistas. Me acuerdo de la primera vez que la vi en versión original y salieron carcajadas de mi boca. No recordaba que me hubiera hecho tanta gracia en español y al comprobar la traducción, empecé a descubrir un montón de errores garrafales. Fue entonces cuando decidí hacer un estudio sobre la traducción para el doblaje de la serie de televisión Gilmore Girls.

-Es increíble lo mucho que han cambiado nuestras frases, mamá.
-Yo alucino. Debieron de encargarle la traducción al primo de alguien o algo así.

Lorelei: ¿Sabes qué he pensado?
Rory: (VO) ¿Que Madonna y Sean Penn deberían volver a casarse?
          (VE) ¿Que hagamos un muñeco de nieve? (!!!)
---
(VO) ¿Entramos o nos quedamos interpretando «La vendedora de fósforos»? (clara referencia a morir congeladas de frío)
(VE) ¿Entramos o interpretamos a cuando Batman y Robin se congelan? 
---
Lorelei: ¿Por qué no me lo contaste?
Rory: Porque era muy humillante. 
Lorelei: (VO) Una vez me dijiste que te gustaba «Salvados por la campana». Eso sí que es humillante.
(VE) Una vez me dijiste que te gustaba chupar porras. O_O!!!
---
(VO) ¿Has visto «Rebeldes»? Pues yo soy Ponyboy.
(VE) ¿Has visto pingüinos? Son como pingüinos.
---
Lorelei refiriéndose a la futura compañera de cuarto de Rory en la universidad: 
(VO): ¿Y si le gusta Linkin Park?
(VE): ¿Y si le huelen los pies? 
WTF!!
---
Cuando Doyle acaba de acostarse con Paris y lleva una bata suya.
Doyle: (VO) Esta bata es muy cómoda.
            (VE): Y ¿con qué cara la miro yo mañana?

Estos son sólo algunos ejemplos de cambios en los diálogos, que sinceramente creo que se deben a un gran desconocimiento de cultura general y una falta total de documentación
Pero no se termina ahí. La gata de Babette y Morey en inglés se llamaba Cinnamon y en español la bautizaron Caribe. ¿Quién sabe por qué no les gustaba Canela? En vez de que un cuarteto de cuerda toque Like a Virgin, resulta que la sinfónica tocará a Madonna; en español no hacen guerra de comida (la locura de tirarse unos a otros las sobras), sino que se van a picotear no vaya a ser que ensucien la casa. El Damien de los hámsters se queda en diablo, los cuchillos se transforman en vasos, los primos en tíos (aunque claramente se ve que no tiene edad para serlo), las camisetas de camuflaje que se ven claramente en la pantalla pasan a ser no sé cómo de brillantes, «una novela de Dickens» lo traducen por «una pesadilla», los Cranberries se convierten en los Rolling Stones... Y eso nada más en la primera temporada. Desde luego merecía la pena ese estudio a fondo.

20.12.15

Una Navidad literaria


El concepto de la Navidad que más extendido está hoy en día en Occidente surgió en el siglo XIX, en Inglaterra, durante el mandato de la reina Victoria, periodo en el que revivió de forma espectacular esta fiesta. Por esta razón pasé la mayor parte de la charla del pasado 11 de diciembre hablando sobre obras literarias escritas durante estos años, como el clásico Canción de Navidad de Dickens, algunos cuentos de Andersen, La vendedora de fósforos o El abeto, El cascanueces y el rey de los ratones de E.T.A. Hoffmann o Markheim de Robert Louis Stevenson.
Tras una introducción a los orígenes de esta fiesta con datos recogidos de Historia de la Navidad, publicado por Olañeta, y diversas webs en Internet especializadas en el tema, hablé sobre dos protagonistas de la Navidad como son el árbol y Santa Claus, un personaje inspirado en la figura de San Nicolás, pero creado por la literatura.

En la segunda parte de la actividad intenté recuperar el
espíritu de aquellas tertulias que celebraba hace unos años y me alegró ver que la mayoría de asistentes se animó a participar con sus impresiones sobre Mujercitas o El Grinch. Para romper el hielo les conté mi relato navideño preferido de Connie Willis, In Coppelius Toyshop, y después comenté el libro que aún hoy estoy leyendo, pues acabaré, como la historia que cuenta Jostein Gaarder, el 24 de diciembre. Se titula El misterio de Navidad y trata de un niño que encuentra un calendario de adviento muy especial, que en vez de revelar una figurita de chocolate tras cada ventana, le va dando al protagonista pedacitos de una historia.

Gracias a todos los que se acercaron al Cafè DAlícia  a charlar sobre la Navidad en la literatura. Se reunió un buen grupo de caras nuevas y otras ya conocidas. Espero veros en
la próxima. Gracias también a Isa y Eli, las dueñas del café-librería, por acoger otra de mis actividades. Es un placer colaborar con ellas, pues siempre hay detalles relacionados con la charla tan bonitos y apetitosos como estas galletitas de la izquierda.

Cartel oficial de Una Navidad Literaria
¡FELICES FIESTAS! 
Felices Navidades: felices en verdad, pues son capaces de devolvernos las ilusiones de nuestra infancia, de traer de nuevo a la memoria del anciano los placeres de su juventud, de transportar al viajero y al marino, que están a miles de kilómetros de distancia, de vuelta al fuego y a la paz de sus hogares. 
Los papeles póstumos del Club Pickwick de Dickens (1836)

Pero ¡no olvidemos cultivar el espíritu navideño todo el año 
como aprendió Scrooge!
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...