26.12.16

Una cuento de fantasmas navideño

Imagen de la película de 2012
Hace cuatro años vi la película de la Hammer con Daniel Radcliffe, que me pareció muy lograda, y cuando encontré el libro en un puesto del mercado de San Antonio, en perfecto estado, me lo llevé. Tras la larga espera, ha sido mi lectura de diciembre, terminada la mañana de Navidad.

Están contando historias de fantasmas. ¡Es lo ideal en Nochebuena! 
¡Se trata de una antigua tradición!

En la víspera de Navidad, Arthur Kipps está reunido en una casa en el campo con su mujer, los cuatro hijos de esta y sus nietos. Ya han cenado y se han puesto a contar historias de miedo, pero cuando le toca el turno al cabeza de familia, sale malhumorado de la estancia y nos explica el motivo de su reacción: Hace algunos años, el despacho de abogados para el que trabajaba, le envió al funeral de la rica señora Drablow, de la que también tuvo que organizar los papeles que se encontraban en su mansión, Eel Marsh. La casa tiene la particularidad de quedar aislada cuando sube la marea, también está rodeada de la niebla de las marismas y además a nadie del pueblo le hace gracia acercarse por allí. Nuestro protagonista irá descubriendo poco a poco qué misterio rodea a su difunta clienta y qué relación tiene con la mujer vestida de negro que se le aparece de vez en cuando.

La mujer de negro es una novela que me ha sorprendido. Primero, por el
Lectura en el tren, rodeada de niebla
comienzo tan distinto al film, y otras diferencias que os dejo descubrir a vosotros mismos. Segundo, porque hasta muy avanzado el libro no queda claro en qué época estamos. El ambiente se asemeja al de los cuentos góticos de antaño, pero habla de la época victoriana como si perteneciera al pasado. Susan Hill lo escribió en el 83 y hasta llegué a pensar que podría tratarse de finales del siglo XX, pero más tarde, pequeños detalles nos revelan que se encuentran a principios. El lugar sí está muy bien definido. No podría ser un contexto más inglés. Y tuve la suerte de leerlo rodeada de niebla donde vivo actualmente, lo que aún me hizo disfrutar más de la historia.

Un cuento de fantasmas navideño, una novelita ligera con una historia interesante, de lectura rápida, que además no pasó desapercibida. Cuenta con numerosas adaptaciones para el teatro, el cine e incluso la radio. La secuela, La mujer de negro: El ángel de la muerte, fue una novelización de la película estrenada en 2013, que nada tiene que ver con Susan Hill, salvo por la leyenda de Eel Marsh. Creo que no voy a molestarme en verla.

Hill, Susan. La mujer de negro (Woman in Black, 1992). Círculo de Lectores (cortesía de Edhasa): Barcelona, 2012. Traducción de Margarita Elena Cavándoli Menéndez.

21.12.16

Sorteo extra de Navidad-Twitter

Actualización con el resultado (24-12-2016)
Han participado un total de 23 personas, a las que se les asignó un número según el orden de participación, y el sorteo se ha realizado mediante la web Échalo a Suerte.



El #NRM1000 nº 5 corresponde a @beeafc BEA. ¡Felicidades!
Gracias a todos por participar. Me gustaron mucho vuestras frases escogidas. La mayoría fueron de El Corredor del Laberinto y Atados a las estrellas, pero hubo quien puso a La última cazadora, Assassins Creed y ¡hasta mi primera traducción, la de Harry Dresden! También estuvieron genial los que pusieron trabajos de otros compañeros y se acordaron de escribir su nombre.
Espero que no os vayáis y os siga interesando lo que voy publicando por aquí y Twitter. ¡Nos leemos! :)
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¡Más de 1000 seguidores en Twitter! Y voy a celebrarlo con un sorteo de una de mis últimas traducciones. El ganador o ganadora podrá elegir entre El código de CRUEL o Atados a las estrellas. Y en caso de que ya tenga los dos, podrá optar a una de mis traducciones anteriores si me queda algún ejemplar del que me pida.


¿Qué hace falta para participar?
  • Al ser por los 1000 seguidores de Twitter, por supuesto, tienes que ser seguidor mío allí: https://twitter.com/Noemi_Risco
  • RT al mensaje sobre el sorteo + hashtag #NRM1000 + frase corta de tu traducción favorita (Por favor, si la traducción no es mía, añade el nombre del traductor. Seguro que mi colega lo agradece). Hasta el 23 de diciembre 2016
  • Tener domicilio en España donde enviarte el libro.
El ganador o ganadora saldrá publicado al día siguiente, 24. Buen regalo de Nochebuena, ¿no? ;)
¡Muchas gracias por leerme! ¡Suerte!

Trajecte Final

Mi lectura por ocio este verano ha sido muy lenta debido al trabajo, pero gratificante. Los libros de relatos son estupendos para cuando no se dispone de mucho tiempo porque así no queda tan interrumpida la historia entre las pausas forzadas.
Trajecte Final fue el último libro que compré en la desaparecida Pequod Llibres de Barcelona. Me habían recomendado esta antología de Manuel de Pedrolo por el último relato y la verdad es que no me ha decepcionado. Tal vez no me haya impactado tanto como su Mecanoscrit del Segon Origen, pero también es cierto que esa historia sorprende mucho a los diez años (una de las lecturas obligatorias del cole que más me gustaron y una de mis primeras de ciencia ficción). 


Tengo que reconocer que de las siete historias un par me resultaron insulsas, no todo va a ser perfecto, pero dos en concreto me gustaron especialmente:

Un món distant i veí (Un mundo distante y vecino) trata sobre una traductora que responde a un anuncio de trabajo un tanto sospechoso y su relación posterior con su jefe.
Chica, sola, huérfana, buena mecanografía y con un conocimiento perfecto del francés y el inglés. Sueldo inmejorable. 
Al llegar al edificio donde tiene lugar la entrevista, le sorprende que sea tan cutre y se plantea darse la vuelta, pero la curiosidad le puede. 
—Aquí no tiene que escribir nada en francés ni en inglés, tendría que traducir textos al italiano. ¿Lo sabría hacer?
La chica se rió.
—¡Pero si es lo que hago ahora! Traduzco para una editorial.
Aquí Pedrolo captó más mi atención.
—¿Y por qué quiere dejarlo? Parece interesante...
—Es inseguro. Y usted habla de un sueldo inmejorable.
Y solté una carcajada en el tren. El libro está escrito en 1974. Ya estaba entonces mal la situación de los traductores literarios y el hecho de que Pedrolo lo refleje en su cuento me hace conectar directamente con el personaje aparte de apuntarle unos cuantos tantos al autor por hacerlo público. Además, para que termine de engancharme, el misterio resulta ser un mundo paralelo. Muy Twilight Zone.

El regressiu (El regresivo) es el relato que me habían recomendado por las historias que ando recopilando acerca de la superpoblación mundial. Trata sobre un anciano que empieza a rejuvenecer. ¿Os recuerda a Benjamin Button? A mí también, pero el caso es que no nació viejo, sino que tuvo una vida normal y, debido a una extraña «enfermedad» que afecta a algunas personas, a partir de los setenta y pico empieza a ir para atrás. Los regresivos están perseguidos porque en un mundo donde no se cabe, ya podéis imaginar lo que representa esta gente que vive una segunda vida, que no muere cuando toca para dejar hueco a los nuevos. 
Me atrajeron especialmente las descripciones de esta sociedad futura, donde ya no existen ni los coches particulares ni las casas con jardín y las personas se amontonan en rascacielos:
La ciudad se extendía ininterrumpidamente desde Malgrat a Tarragona, desde el mar a Igualada, con algunas zonas tan densamente pobladas que se las conocía como «los hormigueros». Había algunas peores, con edificios de más de quinientos pisos de altura, muchos de ellos divididos y subdivididos por los propietarios de los apartamentos (más adelante describe que alquilaban viviendas de no más de diez metros cuadrados y me dan escalofríos por lo que me va recordando en cierta manera a la actualidad. #relatosdePedroloaloBlackMirror). Se decía que la población de algunas de estas construcciones llegaba a las ocho mil personas y la mayoría era gente con ocupaciones poco regulares, más bien delincuentes profesionales. Eran lugares donde la policía no se atrevía a entrar si no era por motivos imperiosos (esto me recordó mucho a Juez Dredd) y con un despliegue de fuerzas impresionante.
El final, para evitar destripes, no os lo cuento por si os lo leéis.
Pedrolo, Trajecte Final. Edicions 62: Barcelona, 1978.
La traducción de los fragmentos que he citado está hecha por mí, del catalán al español.

3.12.16

El código de CRUEL

Hemos llegado al último libro de la serie y muchos lectores están tristes porque es una despedida de los personajes que llevan estos seis años con nosotros. Al principio creíamos que sería una trilogía, pero los fans pidieron más y James Dashner se lo concedió para responder a todas sus preguntas con dos precuelas espectaculares. De hecho, en mi opinión, son los mejores libros de la serie, pues cierran muy bien la historia con ese inicio que es el final.
Es difícil escribir una entrada sobre El código de CRUEL sin hacer spoilers, pero creo que se resume, como bien dice Dashner en su dedicatoria, en que es una novela para los fans incondicionales de El corredor del laberinto. Sabremos por qué los clarianos que conocimos en la primera parte actúan como actúan, qué hay detrás de CRUEL (de esta organización tendremos muchos detalles) y un par de datos muy reveladores que no puedo desvelar aquí, pero que me muero por saber cómo os han sentado a vosotros. Así que os invito a escribirme y contarme vuestras reacciones durante esta lectura.

Ayer tuvo lugar en Madrid la presentación oficial en la Casa del Libro de Gran Vía, a la que acudieron más de cien corredores estupendos. Nocturna Ediciones regaló a cada asistente dos láminas de Lehanan Aida, y además sorteó tres ejemplares de The Fever Code firmados por James Dashner y tres ejemplares de El código de CRUEL. Me sorprendió gratamente la cantidad de lectores muy fans de la serie que se acercaron a hablar conmigo y a pedirme que les firmara libros, láminas y puntos de libro para ellos y sus amigos. Es muy gratificante ver que chavales tan jóvenes leen tanto y se interesan por la traducción. Arantxa, Paloma, Ana, Beatriz, Helena, Griever, Nemo y Dori, un niño chiquitín que me robó el corazón, una chica con una voz de oro que nos cantó un bolero... Y muchos más. ¡Fue un placer conoceros a todos! Gracias por venir.

Asistentes a la presentación de El código de CRUEL en Madrid
Dashner, James. El Código de CRUEL (The Fever Code, 2016). Nocturna Ediciones: Madrid, 2016. Traducción de Noemí Risco Mateo.

13.11.16

Atados a las estrellas

Lila LaRoux, la hija del hombre más poderoso de la galaxia, y Tarver Merendsen, un héroe de guerra de origen humilde, viajan por el universo en la Ícaro, una nave inmensa y la más sofisticada que ha salido del muelle orbital, cuando de pronto algo la saca del hiperespacio y se estrella en un planeta desconocido. ¿Dónde han ido a parar? ¿Quién habita allí? Y sobre todo, ¿cómo volverán a casa?

Atados a las estrellas es la primera parte de una trilogía «romántica sideral» —¿os gusta cómo he bautizado el subgénero?— escrita a cuatro manos. Cuarenta y dos capítulos en primera persona, algunos desde la perspectiva de Lila y otros desde la de Tarver, donde aunque encontrareis una historia de amor adolescente, también vais a estar inmersos en ciencia ficción; con algunas escenas graciosas y otras hasta terroríficas. Vale, seré buena y no haré spoilers, pero si alguna lectora o algún lector quiere compartir esos momentos conmigo, vuestros comentarios serán bien recibidos.

Durante la traducción me quedó claro que las autoras son fans de La guerra de las galaxias, porque Google no dejaba de remitirme a la Wookiepedia cuando me encontraba con alguna palabra extraña como «plasteno» u «holovídeo». También es evidente que les encanta la palabra «electrifying» y ya me veis a mí viendo a Travolta cada vez que la leía. Y disfruté mucho con la documentación sobre el hiperespacio. Pero ¿qué fue lo que más me gustó de la historia? Los susurros y toda la trama que hay detrás de ellos. ¿Os animáis a descubrirla?

Haufman, Amie; Spooner, Meagan. Atados a las estrellas (These Broken Stars, 2013). La Galera: Barcelona, 2016. Traducción de Noemí Risco Mateo.

3.11.16

EUROCON-BCON

Traducciones que trascienden el papel
Diálogo entre Pilar Ramírez Tello y Noemí Risco Mateo
Sala Raval, CCCB, Barcelona
5 de noviembre, 12:30

El ciclo CHARLA ENTRE TRADUCTORES entra en la Eurocon, la convención sobre literatura de género a nivel europeo. En esta ocasión, Pilar Ramírez Tello y yo nos entrevistaremos mutuamente sobre cómo ha afectado a nuestra vida profesional haber traducido dos fenómenos que han llegado más allá de la literatura, como son Los juegos del hambre y El corredor del laberinto. Además, hablaremos de otras obras transmedia que han caído en nuestras manos y daremos una primicia en la que estamos ambas involucradas. ¡No te lo pierdas! Aunque no tengas inscripción para asistir en persona, podrás verlo en streaming, gracias a la colaboración de la librería Gigamesh.





23.10.16

Del enebro

Oí hablar por primera vez de este cuento de los hermanos Grimm en una canción de Caprice, Kywitt! Kywitt!, y poco después descubriría que la editorial Jekyll & Jill lo había publicado en una bonita edición ilustrada por Alejandra Acosta y traducida por Jessica Aliaga Lavrijsen. Cuatro años más tarde por fin he podido disfrutar de su lectura, que además incluye el texto original en Plattdeutsch (bajo alemán).
Hace ya mucho tiempo, como unos dos mil años, vivía un hombre rico que tenía una mujer bella y piadosa. Se amaban mucho, pero no tenían hijos, a pesar de lo mucho que los deseaban; y la esposa rezaba día y noche, pero ninguno llegaba, ninguno llegaba. Frente a su casa había un patio, y en él crecía un enebro, bajo el que la mujer, en un día de invierno, pelaba una manzana y, al pelar la manzana, se cortó en un dedo, y la sangre cayó sobre la nieve. «¡Ay!», exclamó la mujer, dando un respingo, y, al ver la sangre, le entró una gran melancolía: «¡ojalá tuviera un hijo, tan rojo como la sangre y tan blanco como la nieve!». Al decir estas palabras, sintió de pronto en su interior una extraña alegría, teniendo el presentimiento de que iba a ocurrir.

Nos encontramos ante un relato breve, tétrico, con una gran dosis de crueldad,
sin que falte el canibalismo, típico ingrediente de los cuentos populares de antaño. Esta obra, no sólo es especial por la historia que cuenta, sino por lo cuidada que es su edición: una cubierta preciosa que presagia lo que hallaremos en su interior, una fuente y un papel elegidos que hacen la lectura sumamente agradable, y al final la sorpresa de un taumatropo, un juguete óptico inventado en la época victoriana, que al girarlo da la sensación de ver la imagen en movimiento. No me sorprende que recibiera el premio al mejor libro editado en Aragón 2012. Un regalo maravilloso para los amantes de los cuentos, el romanticismo de los libros en papel y el buen hacer.

Min Moder de mi schlacht't.
Min Vater de mi att,
Min Swester de Marleenken
Söcht alle mine Beeniken,
Un bindt sie in een syden Dook
Legts unner den Machendelboom.
Kywitt! Kywitt! Ach watt en schön Vagel bin ich!

22.10.16

Festival Niebla Salamanca

Este año hemos podido disfrutar de la primera edición del festival de fantasía, terror y ciencia ficción NIEBLA, en Salamanca, organizado por la Asociación Autores Anónimos (Pablo Bueno, Raúl Martín y Antonio Rodríguez a la cabeza), con el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación.
El 30 de septiembre por la tarde se celebró la inauguración en el Teatro Liceo, un lugar muy especial, donde tuve la suerte de abrir las actividades con la charla El oficio de la traducción de género en España, acompañada de Cristina Macía, traductora de Juego de Tronos, y Nieves Martín, traductora de Harry Potter. Manuel de los Reyes y Pilar Ramírez iban a estar también con nosotras, pero al final no pudieron asistir, aunque aproveché las preguntas que Manuel había preparado: ¿Os molesta que os conozcan sólo por vuestras traducciones más famosas? ¿Ha influido esta popularidad en vuestra relación con las editoriales, con los escritores o los lectores? Fueron algunas de las planteadas.
El teatro hasta los topes en la charla de traducción
Después me quedé a ver a Ian Watson que estuvo hablando de su experiencia como escritor de ciencia ficción, de sus viajes y su participación como guionista
Pablo Bueno, Ian Watson y Cristina Macía
de la película Inteligencia Artificial. Le siguió Ken Liu, pero tendría que esperar al día siguiente para oírle porque me fui a la librería Letras Corsarias donde Celia Filipetto también estaba hablando de traducción y es que el 30 de septiembre es el Día de Traductor y se juntaron varias actividades interesantes. Llegué tarde, pero al menos pude encontrarme con varios colegas de profesión como Carlos Fortea, Claudia Toda y Belén Santana, en una librería estupenda.
Al día siguiente, desayuné con Carlos Sisí y una pareja de amigos suyos muy
Mesa redonda sobre distopías
simpáticos, con los que estuve hablando de novelas y relatos de Stephen King, y poco después empezó la mesa redonda, en la que también participaba, Distopía, ¿la ciencia ficción de moda?, con Mariano Villarreal, Álex Hinojo, Ricard Ruíz, El Geek Furioso, Antonio Rodríguez (moderador). 
Y esta vez sí me quedé a escuchar al escritor Ken Liu, hablando de su trabajo como traductor del chino. Me sorprendió muchísimo que transforme los textos que traduce, que cambie incluso párrafos o escenas enteras. Eso sí, con el permiso del autor, que siempre es amigo suyo y trabajan juntos el texto. De hecho, nunca se había planteado traducir hasta que un amigo escritor chino se lo propuso.
No cree que el traductor tenga que ser invisible, opina que se debe notar que es una traducción, que no se ha podido trasladar tal cual. Pero supongo que siempre desde la perspectiva chino-inglés, puesto que son culturas muy distintas y a veces el traductor puede encontrarse con abismos infranqueables. «En traducción siempre se habla de lo que se pierde del texto original. Pero deberíamos tener en cuenta lo que se gana». Una charla realmente interesante, que seguí con él en privado, gracias a Elias (Odo), minutos antes de marcharme de Niebla.
Un programa fantástico, una organización estupenda y una acogida del diez.

¡Muchas gracias por invitarme y espero que este festival cumpla muchos más años!

19.10.16

Kein Kinderspiel!

Hace ya varios años que a finales de verano el Arbeitskreis für Jugendliteratur (el IBBY de Alemania), en colaboración con la Robert Bosch Stiftung, organiza unas jornadas de traducción sobre literatura infantil y juvenil en la Elsa Brändström Haus, situada en Hamburgo. Pueden solicitar la beca (que incluye estancia, participación en el taller y otras actividades relacionadas, comida y transporte) traductores profesionales de todo el mundo que tengan publicados al menos dos títulos de LIJ alemana en su lengua de llegada. Esta beca la conceden a tan sólo 15 personas por año y en 2016 he tenido la suerte de ser una de las seleccionadas.
Los participantes del Kein Kinderspiel! 2016
Las mañanas, durante toda la semana que duraron las jornadas, estaban dedicadas a un taller con Tobias Scheffel, reconocido traductor literario alemán del francés, donde hablamos de las dificultades con las que nos habíamos encontrado en nuestras traducciones ya publicadas y también trabajamos textos nuevos. ¿Hasta qué punto debemos tener en cuenta como traductores los conocimientos de los lectores jóvenes? ¿Debemos adaptar un texto para que les resulte más fácil la lectura o habría que transmitir exactamente lo que ha escrito el autor en el original? ¿Cómo nos enfrentamos a las palabras inventadas? ¿Cómo tratamos los nombres propios en literatura infantil y juvenil? Fueron algunas de las preguntas planteadas y también vimos cómo resolver ciertos juegos de palabras y las famosas rimas que están tan presentes en los libros para los más pequeños.
Uno de los textos trabajados
Las tardes se llenaron de visitas literarias por la ciudad, contacto con escritoras, editoras que nos hablaron del libro en Alemania y las tendencias editoriales actuales, traductoras representantes de asociaciones de traductores literarios, bibliotecarias, guías de museos... Desde luego las mujeres estuvieron muy presentes estos días.
Tuvimos la oportunidad de hablar con un par de escritoras a las que habíamos traducido por la mañana: Stefanie Taschinski, autora de Die kleine Dame (una serie de libros infantiles muy dulces) y Kirsten Fuchs, autora de Mädchen-meute (una novela juvenil plagada de lenguaje coloquial muy útil para este taller). Y hubo un momento maravilloso en el que todos los participantes leímos en nuestro idioma el mismo fragmento de sus obras. Increíble oírlo en alemán, croata, ruso, italiano, chino, sueco, lituano, eslovaco, rumano, serbio, turco, esloveno, portugués, tailandés y español. Las escritoras quedaron encantadas.
Novelas, antologías y revistas LIJ que me regalaron
Una visita interesante fue al Museo de Altona, donde vimos varias exposiciones en la Casa del Libro Infantil de Hamburgo y tuvimos un encuentro con el club de lectura Reading Teens, chavales de 11 a 17 años, que nos hablaron de las actividades que realizan, sus autores o libros preferidos y también nos hicieron preguntas sobre nuestra profesión. Para rematar ese día, nos lo dejaron libre y unas cuantas nos fuimos a cenar por Hamburgo. Me encantó su Pannfisch.
Una experiencia estupenda que recomiendo a todo traductor de literatura juvenil que trabaje con la lengua alemana. Un intercambio de conocimientos entre profesionales muy útil, en un entorno precioso.

16.9.16

Ganadores del sorteo 2016

¡Cuántas personas habéis participado finalmente! Me alegro y espero que a las nuevas os guste tanto mi Laberinto como para quedaros dando una vuelta :)

El sorteo se ha realizado mediante un generador de números al azar y los números se han asignado según orden de participación. 

Las ganadoras son:

10- Mireia JC
13- Marta Love Books

¡ENHORABUENA!

Me pondré en contacto con vosotras lo antes posible.


24.8.16

11 años del Laberinto

El Laberinto cumple ya once años y, como cada aniversario, lo celebro con un sorteo de mis traducciones más recientes. En esta ocasión se escogerán al azar dos personas premiadas, que podrán elegir una de las siguientes opciones:

-La chica de los prodigios de Jason Mott (Nocturna).

-La cura mortal de James Dashner (Nocturna).

-Dos libritos de Los olchis (Loqueleo. Santillana)



Para poder participar:

-Tienes que ser seguidor del blog Laberinto de Ideas, la página del Laberinto en Facebook o seguirme en Twitter.

-Deja un comentario en esta entrada diciendo cuál es tu personaje preferido de la LIJ (Literatura infantil y juvenil), ya pertenezca a un clásico o a historias más actuales. Recuerda dejar también en ese comentario tu contacto para que te escriba en privado y luego te envíe el libro si lo ganas.

-Debes tener una dirección en España a la que pueda enviarte el libro.

Se podrá participar desde hoy al 15 de septiembre y se anunciarán los ganadores al día siguiente, 16.

¡Mucha suerte!



14.7.16

La traducción de Los olchis

Los olchis son unas criaturas verdes y malolientes, inventadas por el escritor e ilustrador Erhard Dietl, que desde los años noventa llevan divirtiendo a los niños de Alemania. Ahora Santillana, en su colección Loqueleo, trae un par de títulos a España, que espero que también gusten al público infantil de aquí.

Para mí ha sido un honor participar en esta nueva colección que contiene el viejo catálogo de Alfaguara Infantil y Juvenil junto a nuevas obras como estas. Es la primera vez que traduzco literatura para niños tan pequeños y lo he disfrutado mucho, sobre todo, con el reto que supusieron los pasatiempos que aparecen al final de cada libro.

Los olchis en el castillo de Rabenstein está dirigido a lectores de unos seis años. Las ilustraciones son las protagonistas y las frases del texto son más sencillas. Pero no creáis que su traducción fue igual de fácil que resulta leerla. ¡La traducción de libros infantiles no es cosa de niños! Las historias de los olchis están plagadas de palabras inventadas. La zona donde viven se llama Mugriendad y en vez de orejas, tienen oicuernos.

Los olchis y el pirata negro se recomienda a partir de ocho años. Aunque sigue habiendo ilustraciones, el texto tiene mayor relevancia y nos encontramos una historia algo más larga que la anterior. En este siguieron apareciendo palabras inventadas, pero el desafío fueron las rimas.

La experiencia ha sido muy enriquecedora y me gustaría seguir trabajando con este tipo de literatura en alemán. ¡Os seguiré contando! Por lo pronto, en septiembre me voy a Hamburgo a un congreso sobre el asunto para traductores profesionales. Habrá crónica a la vuelta.

Erhard Dietl. Los olchis en el castillo de Rabenstein (Die Olchis auf Klassenfahrt, 2015). Santillana-Loqueleo: Madrid, 2016. Traducción de Noemí Risco Mateo.
Erhard Dietl. Los olchis y el pirata negro (Die Olchis und der schwarze Pirat, 2015). Santillana-Loqueleo: Madrid, 2016. Traducción de Noemí Risco Mateo.

6.7.16

Sam Cooke

Las canciones de amor suelen traer melancolía, pero Sam Cooke siempre me ha sacado una sonrisa en cualquier etapa de mi vida. Por la felicidad que me ha aportado y me sigue aportando su música, desde hace tiempo quería dedicarle un pequeño homenaje en mi Laberinto de Ideas. ¿Lo oís ya por los pasillos?

La mayoría conoce a este cantante de soul y R&B por su What a Wonderful World, pero lo cierto es que de 1956 a 1964 consiguió 30 hits en el Top 40 de Estados Unidos, y cada canción que componía resultaba ser un éxito, no sólo entre la sociedad negra sino que también encandilaba a los blancos, lo que era un logro en aquella época. 
Cuando aún no había cumplido los treinta años, en 1961, fundó su propio sello discográfico, SAR Records, y allí grabaría algunos de mis temas preferidos, como Twistin' the Night Away, Bring It On Home To Me o Ain't That Good News, y otras muchas canciones que hablan de amor y desamor de todo tipo, desde el que espera a su novia a que llegue en el tren, al que está solo otro sábado por la noche, pasando por sentimientos no correspondidos, la que hace todo lo posible por agradar a su pareja, el que se harta de esperar a que esa persona se decida a querer empezar algo, el que está loco por la chica a la que le encanta bailar cuando él no sabe, o los que le piden a Cupido un favor.

En esta entrevista que le hicieron poco antes de su muerte, le preguntaba Dick Clark cuál era el secreto de su éxito y él respondió: «OBSERVAR. Entender a la gente, lo que piensan, para llegar a ellos». Cuando el presentador se interesa por sus proyectos, menciona su colaboración con Cassius Clay. Ambos estaban metidos en la lucha a favor de los derechos civiles de los negros y se hicieron grandes amigos.

Como he dicho antes, tenía el talento de crear canciones que gustaran a todos y por ello se ganó el título del Rey del Soul. Pero una fatídica noche de 1964, nos quedamos sin este gran músico. Según la versión oficial, la recepcionista de un motel le disparó «en defensa propia», cuando lo vio salir medio desnudo tras una chica con la que había entrado, pero más tarde las pruebas revelarían, gracias a la investigación de unos familiares, que el cadáver de Sam Cooke presentaba golpes por todo el cuerpo y el disparo lo había realizado un profesional. Aquí os dejo un artículo sobre el asunto y también un documental bastante completo con entrevistas, actuaciones... Espero que lo disfrutéis.
Para concluir, me cuesta creer que una persona que se preocupaba tanto por los derechos humanos y componía esas preciosas canciones fuera capaz de lo que le acusaron.
Aquí tenéis el tema que escribió cuando escuchó la canción de Bob Dylan Blowin' in the Wind, sorprendido de que precisamente fuese un blanco el que hablara de esa manera del racismo. Estas son sus palabras de esperanza. Me gusta pensar que se podrían aplicar a toda la humanidad... Lástima que por aquí no se produjera el cambio hace un par de semanas:

2.7.16

La chica de los prodigios

El accidente en el espectáculo de vuelo acrobático conmocionó a todo el pueblo de Stone Temple. Cuando los equipos de rescate lograron dar con Ava y su amigo Wash entre los escombros, él se encontraba malherido... hasta que ella lo curó con sólo tocarlo.
Horas después, Ava despierta en el hospital y descubre dos desagradables verdades:
1. Alguien grabó su prodigiosa sanación y subió el vídeo a Internet, por lo que ahora es un fenómeno mundial.
2. Su salud empeora cada vez que cura a alguien.

Una historia conmovedora, contextualizada en Carolina del Norte, cruda y llena de realidad a pesar de ese ambiente sobrenatural que se respira en toda la novela, pero que no deja de ser más que una excusa para mostrarnos el valor del amor y de la amistad.

Siempre se encuentra consuelo al fingir que no ha habido cambios en la vida, aunque sepamos muy bien que nada volverá a ser como antes.

Ha pasado un año ya desde que la traduje y no tomé muchas notas durante el proceso de trabajo, pero recuerdo que me sorprendió el drama de estos protagonistas tan jóvenes, cuyas vidas ya habían sido tocadas por la desgracia cuando apenas habían empezado a volar. Los adultos, protectores, también son unos personajes bastante bien definidos y en especial me llamó la atención la abuela de Wash, que tiene una forma muy particular de expresarse, y es quien dice las palabras del título original.
El momento gracioso lo viví con el muñequito de los Marshmallows, que se ha de traducir así en España después de su aparición estelar en Cazafantasmas, y además descubrí gracias a este libro que existen los churros en Estados Unidos, aunque ligeramente distintos, pero en esencia es lo mismo, funnel cake.

Aquí una de las canciones que Wash quiere cantarle a Ava:



Recomiendo leerla con folk y bluegrass para entrar más en ambiente.

Cuando las cosas se acaban. A veces, simplemente deben acabar. No tienes que estar triste.

Mott, Jason. La chica de los prodigios (The Wonder of All Things, 2014). Nocturna Ediciones: Madrid, 2016. Traducción de Noemí Risco Mateo.

2.6.16

Actividad en junio

Mesa redonda
AUTOEDICIÓN, ESA ES LA CUESTIÓN 
22 de junio, 19:00, en la Librería Alibri (c/Balmes, 26, BCN) 



¿Qué hacer cuando ya tienes terminado tu libro? ¿Te has planteado la autoedición? En este debate escritores y editores expondrán su perspectiva respecto a las distintas formas de publicar, sus argumentos a favor y en contra de la autoedición. ¿Cómo es producir un libro tú solo desde el principio? ¿Es preferible tener el apoyo de una editorial? 

Participantes:
Gregori Dolz, editor de Alrevés
Manuel Gris, escritor
Malcolm Otero, editor de Malpaso
Isaac Pachón, escritor
Noemí Risco, organizadora y moderadora del debate
Mireia Sainz, responsable de megustaescribirlibros.com, plataforma de autoedición de Penguin Random House Grupo Editorial
Susana Vallejo, escritora 

Cartel oficial. Clica sobre él para ampliarlo y descargarlo

16.5.16

Última sesión: Prisioneras

PRISIONERAS
Última sesión del ciclo FÉMINAS DE CUENTO 
20 de mayo, 19:00, en el Cafè DAlícia (c/Entença, 176, BCN) 
Evento en Facebook
Ilustración de Ruth Sanderson

El Cafè dAlícia cierra sus puertas definitivamente y, por lo tanto, el ciclo que creé para esta cafetería-librería termina también. Pero vamos a despedirnos a lo grande. ¿Te apuntas? En esta sesión repasaremos tres grandes prisioneras de los cuentos de hadas: Cenicienta, Rapunzel y La bella durmiente. Comentaremos sus distintas versiones, entre las que nos dejarán boquiabiertos las de Giambattista Basile, y no nos olvidaremos de otras compañeras, como la hija del molinero en Rumpelstinski, Piel de Asno o Bella, que decidió ser prisionera de una bestia voluntariamente.

¡No te pierdas la última sesión del Ciclo Féminas de Cuento! Ven a contrastar las distintas perspectivas de las historias que oímos de pequeños y descubre curiosidades de las que tal vez jamás te percataste.
Entrada libre hasta completar aforo.

9.5.16

22.11.63. La serie

No pedimos esta sala ni esta música.
Nos invitaron a entrar. Por lo tanto, como la oscuridad nos rodea, 
volvamos las caras hacia la luz. Superemos la dificultad
de agradecer la abundancia. Nos han dado el dolor para quedarnos 
pasmados ante la alegría. Nos han dado la vida para negar la muerte. 
No pedimos esta sala ni esta música. Pero como estamos aquí, bailemos.

Poema escrito por Stephen King para el episodio final de la serie 22.11.63. Traducido por Noemí Risco.

James Franco, Stephen King y J. J. Abrams
Hacía años que no veía una serie de televisión que me gustara tanto y tuviera un mensaje tan positivo. Fargo (II) y True Detective (I), mis últimas preferidas, son muy buenas, pero no dejan de tener ese lado oscuro, que aunque no le quita excelencia a la historia, no llega al punto emotivo de 22.11.63. También hacía mucho tiempo que no veía una adaptación de una obra de Stephen King que me llegara tanto. Al famoso escritor de terror le conocí en los años ochenta gracias a sus versiones cinematográficas (de hecho, no fue hasta finales de los noventa que empecé a leer sus libros) y creo que con esta serie recupera el espíritu de antes. Ha sido como meterse en la madriguera con Jake y disfrutar de esa deliciosa comida que servían en los 60. ¿Será tan bueno el libro?

Sadie y Jake. ¡Qué grandes personajes!

17.4.16

Momo y Matilda

Momo y Matilda no sólo son dos libros imprescindibles de la literatura juvenil, sino que están escritos por dos grandes autores: Michael Ende y Roald Dahl. De este último oiremos hablar bastante en 2016 puesto que se cumplen 100 años de su nacimiento y esta habrá sido una de las muchas actividades que se celebrarán en su honor.
Las historias de Dahl se caracterizan por su sarcasmo, por los niños traviesos que siempre son héroes, por los villanos adultos que odian y maltratan a los niños, aunque por suerte también suele introducir a alguna persona mayor que ayuda a los pequeños. Los malos suelen ser clichés de la sociedad exagerados y ridicularizados, que se convierten en caricaturas, como en este caso los padres de Matilda. En la tercera sesión del ciclo Féminas de Cuento hablé de cada uno de los personajes y leí algunos fragmentos del texto que los caracterizan; se comentaron curiosidades como la posible traducción de los caractónimos, las alternativas a las notas del traductor y también anécdotas como el cambio de personaje de Miss Hayes, una profesora jugadora compulsiva a la que Matilda ayuda para afrontar una deuda de juego, a Miss Honey, una profesora amable a la que la niña ayuda a recuperar su casa. El editor le sugirió a Roald Dahl este cambio para darle un tono distinto y romper en cierta manera la opinión de que sus libros infundían ideas negativas a los chavales. Matilda fue una de sus últimas publicaciones y sí es cierto que se convirtió en la novela juvenil del autor mejor aceptada por la crítica.
Los libros que llevé a la charla
Momo, como Matilda, es sin duda lo que denominan un crossover, un libro que va tanto dirigido a un público juvenil como a un público adulto, puesto que tiene muchas referencias que un lector joven no captará. La novela está plagada de crítica social, la mención del tiempo va unida al amor, al alimento del alma en contraposición al dinero y la atracción por lo material. De esto también habló Michael Ende en un documental que realizó para la televisión japonesa un año antes de su muerte y que no me canso de compartir porque en él vemos muchas de las ideas que quiso reflejar en Momo. Para conocer mejor al escritor otra de las fuentes esenciales es Carpeta de apuntes, del que leí el texto en el que Ende contesta a la pregunta «¿Por qué aparece en casi todos mis libros una tortuga?». Además no faltó mi comparación del original en alemán con la traducción de Susana Constante, en la que encontré varias escenas cambiadas, por ejemplo, en uno de los cuentos de Gigi, se salta, por lo visto adrede aunque no entiendo el motivo, un trozo referido al «Morgen-Land». Sin embargo, en algún momento Alfaguara se dio cuenta y en la nueva traducción de Begoña Llovet sí aparece el País del Mañana, pero no podría dar una opinión generalizada de esta nueva traducción dado que sólo la ojeé por encima para comprobar si se había subsanado este asunto. En la del 78 nos encontramos con otros cambios muy curiosos como un niño que se llama en alemán Franco y en español, Blanco, o la eliminación de expresiones con Gott (Dios).

Foto de Dedalo Ignacio J. Borraz
En la segunda parte de la actividad dimos paso a la tertulia, que fue muy participativa, y tuvimos ocasión de tener entre nosotros una primera edición de Momo de 1973 en versión original gracias a nuestra tertuliana Irene. El público fue variopinto, lo que siempre da mucho juego, y como es habitual la conversación fue de lo más interesante.
¡Muchas gracias a todos por acercaros! Nos vemos pronto en la próxima sesión del ciclo que será en mayo. ¡Preparaos para hablar de PRISIONERAS en los cuentos!

4.4.16

Próxima actividad

El 9 de abril, a las 18:30, vuelve 
el ciclo FÉMINAS DE CUENTO 
al Cafè DAlícia (c/Entença, 176, BCN) con
MOMO Y MATILDA

Cartel oficial. Clica en la imagen para ampliar y descargar.
Evento en Facebook

Vuelve el ciclo Féminas de Cuento a Barcelona con dos niñas muy especiales de la literatura juvenil: MOMO Y MATILDA. Ven a conocer a estas dos clásicas modernas, acércate a ellas con tus ojos de adulto.

Como en las sesiones anteriores de este ciclo, haré una exposición sobre el tema en la primera parte y daré paso a una tertulia con el público en la segunda. Aunque se hablará de Matilda, en especial por los 100 años del nacimiento de Roald Dahl, la charla se centrará más en Momo, debido a mi especialización y la petición de los participantes. Se recomienda haber leído las novelas, pero no es obligatorio para la asistencia. Entrada libre hasta completar aforo.

Érase una vez una niña que siguió a un conejo por el bosque, pero se topó con un lobo y 
en su huida perdió un zapatito de cristal, que pertenecía a una bruja a la que le gustaba hilar 
en su torreón, del que bajaba por unos largos cabellos. 
Ilustración de Michael Heath
El ciclo Féminas de cuento está dirigido a adultos con corazón de niño, que quieran redescubrir los cuentos populares y no tan populares a través de una perspectiva diferente de la habitual. 

¿De qué  otros personajes hemos hablado?
2015
14 de marzo: 150 años de Alicia
16 de mayo: Caperucita Feroz

2.4.16

El baúl maravilloso

Ilustración de Milo Winter
Como todos los años, el 2 de abril, Día de Andersen y la Literatura Infantil y Juvenil, leo un cuento del escritor danés, y el elegido en 2016 es: El baúl maravilloso, también traducido como El cofre volador, Den flyvende Kuffert en el idioma original, publicado por primera vez en 1839.

El hijo de un comerciante muy rico hereda la fortuna de su padre y se la gasta en un abrir y cerrar de ojos. Cuando se queda sin nada, un amigo le envía un baúl mágico y al meterse en él, sale volando hacia Turquía, donde conocerá a una princesa de la que se enamorará. Pero dada la naturaleza de este hombre, a pesar de haber tenido bastante suerte, no sabrá aprovecharla y se quedará como al principio de su aventura.

En esta ocasión he leído la traducción al español de mi tomo de la colección Grandes Genios de la Literatura Universal, donde no aparece el nombre del traductor, y la traducción al inglés de Gramercy Books, edición de Lily Owens, que no sé si también será la traductora porque no figura en los créditos.
Lo más curioso ha sido que existen bastantes diferencias entre las dos versiones:
(VE) Un comerciante tan rico que habría podido empapelar una habitación con billetes de banco.
(VI) Un comerciante tan rico que podría haber pavimentado toda la calle con oro.

(VE) Llegó a no tener por fortuna más que cuatro pesetas.
(VI) Cuatro chelines (a pesar de ser edición estadounidense).

(VE) Llegó sano y salvo a una isla muy rica y observó que sus habitantes vestían de modo semejante a los turcos.
(VI) Llegó sano y salvo en su baúl a Turquía y entró en la ciudad sin problema, puesto que los turcos siempre vestían como él, en bata y zapatillas.

(VE) Comenzó a contarle historias maravillosas, entre ellas la de Almendrita y El soldado de plomo. (Referencias a los propios cuentos de Andersen)
(VI)Y le habló de la cigüeña que trae hermosos niños desde el río.

(VE) A orillas del Tajo, no lejos de los soberbios plantíos de viñedos y olivares que cubren el suelo de mi querida patria, la vieja Talavera de la Reina...
(VI) En el mar Báltico, cerca de la costa danesa...

¿Y vosotros? ¿Habéis leído algún cuento de Andersen este año?

The Flying Trunk, en The Complete Hans Christian Andersen Fairy Tales

19.3.16

Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café

A mí se me suele enfriar el té, pero me gusta mucho el aroma del café y este viene cargado de cosas buenas.
Los que trabajamos en el mundo editorial generalmente solemos tener el prejuicio de que un libro autoeditado no va a estar bien acabado y desde luego no va a tener muchas más ventas que las que generen los amigos y familiares del autor. Pero ¿y si te toparas con un libro sin editorial que da el pego? Eso me ocurrió a mí con Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café, escrito por Isaac Pachón. De hecho, la primera vez que pasó por mi retina fue en Twitter. Hablaba de él alguno de mis contactos y me pareció «de verdad». No obstante, una cosa es la fachada y otra muy distinta el contenido. ¿Estaría tan bien por dentro como parecía por fuera?
Habría escogido otra fuente para los títulos de los relatos y es cierto que encontré unas cuantas erratas, pero conforme avanzaba en su lectura cada vez me sorprendía más positivamente, sobre todo si tenemos en cuenta que su creador no tiene formación en este campo. Sí, vale, no todas las historias me encantaron, El amante me resultó demasiado predecible y el escritor utiliza herramientas muy parecidas en Bellini. Pero entonces llegó El contagio y me atrapó, ya no pude escapar hasta el final. Fue una lectura in crescendo que me dejó una sonrisa en los labios al volver la última página.
Ayer sufrí un contagio. Pero no un contagio de esos que se pillan en algún motel de carretera o en los lavabos de cualquier bar de copas a las tantas de la madrugada, no. Fue un contagio inmediato, de los que se transmiten sin necesidad de tocarse, tan sólo con la mirada. Un contagio que une. Ya sea por un instante, por un momento largo o para siempre, pero une. En mi caso creo que me contagié para siempre, porque, aunque me han contagiado otras veces, esta vez fue especial. Me contagié, me miró, la miré, nos miramos y sonreímos. No sé quién contagió a quién, quizá fue ella primero, no sé, el caso es que al verla tapar su boca con la palma de la mano, sin poder remediarlo, yo también bostecé.
Se trata de un libro de relatos cortos, la mayoría emotivos, a menudo con elemento sorpresa, ideal para leer cuando no tienes mucho tiempo, porque los cuentos se terminan rápido, pero no te dejan con la sensación de «¿Y ya está?», sino que te quedas con buen sabor de boca, como el que te deja, por ejemplo, la película Amélie.
De entre mis preferidos, aparte del mencionado arriba, están: El préstamo, El señor Damián, Los libros que nadie quiere con el Mercat de Sant Antoni de protagonista, A bocajarro, al que le puse de banda sonora una canción muy acertada de Sam Cooke, cuyo título no revelaré para no spoilear; Punto y final, escalofriante, Nocaut y El piso de arriba que me trajo recuerdos de Los diminutos, pero a la vez de Coraline de Neil Gaiman. ¡Oh, claro! ¿Cómo iba a olvidarme de El tipo del traje gris? Isaac sigue insistiendo en que no ha leído Momo, pero entonces ¿significa que le poseyó el espíritu de Michael Ende? Una versión light de esos oscuros personajes, pero no deja de ser la descripción amable de un hombre gris. ¿Qué opináis vosotros?


Pachón, Isaac. Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café. IP: Barcelona, 2015.

25.2.16

Translators matter

Los asuntos de los traductores importan. En las últimas semanas han aparecido artículos por todas partes sobre el papel relevante de los traductores literarios en la cultura, no sólo en revistas especializadas sino también en publicaciones más generales. Poco a poco va desapareciendo esa invisibilidad y parece que se es más consciente de nuestra presencia. Eso sí, una presencia que sigue teniendo que pasar desapercibida en el texto bien traducido, pero estoy refiriéndome al reconocimiento del trabajo y de nuestros derechos. Aunque algunos compañeros prefieran mantenerse en el anonimato y no ser personajes públicos (opción de lo más respetable), lo cortés no quita lo valiente.

En mi trayecto de tres horas en tren disfruté mucho con el nº 46 de Vasos Comunicantes, la revista que recibimos los miembros de ACE Traductores, que también puede consultar online cualquier interesado. El artículo de Juan Gabriel López Guix, a quien habíamos oído recientemente en la conferencia celebrada en la Universitat de BarcelonaLa traducción cuántica: Alicia en el País de las Maravillas, amplió parte de la información que ya había leído para la preparación de mi charla 150 años de Alicia. Carlos Mayor redactó de forma muy amena la experiencia de su visita al Banff Centre de Canadá para traducir God Help The Child, de Toni Morrison. Las Cuatro de Syldavia  nos presentaron su forma de trabajar y la curiosa especialización en cómic y novela gráfica bajo unas identidades secretas que parecen sacadas de una de sus traducciones. Poesía, teatro, el código de buenas prácticas con la Unión de Correctores, el I Premio Gerardo de Cremona a Malika Embarek... Finalizando con la estupenda entrevista a Laura Naranjo y Carmen Torres: A cuatro manos, dos cabezas o cómo maximizar tu potencial.


A la vuelta en tren de Madrid, leí Letras Libres, una revista cultural con artículos sobre literatura, cine, sociedad, música... que ha incluido un especial de traducción en su número de febrero. Aunque esta publicación está disponible en Internet, merece la pena comprarla en papel. No la conocía hasta ahora. Buen diseño, buenos textos.
Abre con La experiencia de la traducción literaria de Simon Leys, traducido por José Manuel Álvarez-Flórez, una descripción magnífica de la profesión: «En la traducción conviven la creatividad y la artesanía, la búsqueda de la exactitud y la traición necesaria. Se trata de una tarea llena de aristas, desafíos y paradojas». Y sigue con EL TALLER DEL TRADUCTOR, donde Miguel Sáenz, Marta Rebón y Javier Calvo dan su perspectiva sobre nuestra labor. Un lujo de lectura.

Y para terminar con estas recomendaciones que os ayudarán a conocer mejor al traductor literario, un vídeo en el que Carlos Fortea, presidente de ACEtt, traductor literario y profesor de Traducción en la Universidad de Salamanca, nos habla de la actividad de los traductores y la importancia que tienen dentro del sector literario. ¡No os lo perdáis! 
«Se trata de una tarea compleja porque aparte de que requiere el conocimiento muy profundo de la lengua de origen y un conocimiento más profundo aún de la lengua de llegada, también es necesario un conocimiento muy amplio de las fuentes de documentación».
«Los traductores tenemos una remuneración muy inferior a la cualificación que ofrecemos, a la cualificación que se nos reclama. [...] Al hilo de la crisis, uno de los aspectos en los que las editoriales han reducido gastos ha sido en las tarifas de los traductores, que si nunca fueron altas, en este último periodo han bajado, lo que es difícilmente sostenible. Hay que pensar que nuestra aspiración es que esto sea una profesión, no un trabajo al que te dedicas a la vez que a otro, sino un trabajo del que quieres vivir dignamente».

16.2.16

El hijo del pintor

El pasado 12 de febrero se celebró en la Casa del Lector de Madrid la quinta sesión ya del ciclo CHARLA ENTRE TRADUCTORES, que creé entre Barcelona y Madrid hace unos años. En esta ocasión entrevisté a Marinella Terzi, traductora de obras de Michael Ende como El ponche de los deseos o El secreto de Lena, editora durante veintiún años en SM, que actualmente realiza trabajos editoriales como autónoma y lo combina con la escritura de sus propios libros. El hijo del pintor, editado en 2015 por Anaya, es una de sus últimas publicaciones y está inspirado en la infancia de Michael Ende.
A continuación, sin que sirva de precedente, tenéis la entrevista íntegra. Espero que la disfrutéis.
Foto de Consuelo Gallego.
Noemí: ¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir este libro?
Marinella: Creo que la idea bullía desde hace muchos años en mi cabeza, pero sí hubo un detonante. En realidad, Ende siempre ha sido un autor por el que he sentido gran admiración y, además, por esas casualidades de la vida, he tenido la oportunidad de acercarme a su obra y a su persona en varias ocasiones. Empecé a leerle a los ocho, nueve años, cuando no sabía nada de él. Jim Botón y Lucas el maquinista, el primer libro que él escribió, fue también el primer libro que leí yo de él, y me gustó muchísimo. Después vino la segunda parte: Jim Botón y los trece salvajes. Son dos libros que todavía conservo desde mi infancia. A pesar de los cambios de vivienda que ha habido, siempre han ido conmigo. Muchos años después, cuando yo ya era adulta, llegó La historia interminable. En esa época la novela me dejó sorprendidísima, era algo absolutamente diferente a lo que había leído hasta entonces. En ese momento decidí indagar más sobre su obra y descubrí que era el autor de aquellos dos libros que habían marcado mi infancia. Luego vendrían Momo y tantos otros, y, con el paso de los años, la posibilidad de traducirle e, incluso, de conocerle personalmente. Descubrí que su padre era pintor, y pintor surrealista, además. La pintura, y la pintura surrealista concretamente, me interesan. Ya en un libro anterior –Falsa naturaleza muerta- hablé de ellas. Como escritora, siempre he tenido claro que, por mucha ficción que escribamos, todo lo que creamos tiene que ver íntimamente con nuestra forma de ser y con nuestra vida. Estoy convencida de que Ende imaginó y escribió lo que escribió porque vivió lo que vivió junto a unas determinadas personas: y su padre era, sin duda, una de las que más le influyeron. El detonante que me hizo ponerme a novelar su infancia en El hijo del pintor fue un libro de un autor alemán, Alois Prinz, y la forma de llegar a él también fue absolutamente casual. Por mi trabajo como lectora freelance tuve que hacer el informe de una biografía sobre Jesucristo que había escrito Prinz. Me gustó el libro, busqué datos del autor en Internet y descubrí que tenía un libro titulado Rebellische Söhne, que hablaba justamente de las relaciones entre distintos padres e hijos, entre ellos, Edgar Ende y su hijo Michael. Encontré el libro en la librería alemana de Madrid, lo leí y, a partir de ahí, mi idea empezó a materializarse.

N: Algunas de las anécdotas que cuentas, como el encuentro de Edgar Ende y Luisa Bartholomä, las he reconocido. Esta en concreto la leí en la página de la asociación que cada año celebra un festival en honor a Ende en Garmisch-Partenkirchen. Cuando mencionas, por ejemplo, el armario que le pintó el padre me hizo mucha gracia porque lo vi en persona en el museo de Múnich. ¿Cómo te documentaste para los datos auténticos de esta historia? 
M: Básicamente el libro que yo he escrito es ficción. En él hay personajes y hecho inventados de principio a fin, pero intento retratar la atmósfera en la que se movía Ende de pequeño: un mundo lleno de arte y cultura, pero también duro, falto de libertad y resquebrajado por el nazismo. Ahora, es verdad que en él he introducido vivencias y objetos reales que aparecen en las distintas fuentes de las que me serví: el primer encuentro entre los padres del escritor proviene de esas fuentes, concretamente del libro de Alois Prinz y también está reflejado en la página web oficial del autor. Hablar de cómo empezó la relación entre los padres del escritor me parecía casi imprescindible para comenzar mi libro y creo que esa mercería, llena de cachivaches y de piedras, tiene un toque muy literario, y muy de Ende, además. El armario era importante para Ende y por eso lo empleé en mi historia. Era un regalo de su padre y estaba decorado por él. Yo quise ir más allá y utilizarlo como un símbolo. En mi libro, en la parte trasera del armario, Edgar Ende pinta el horror, eso que ocurre al lado de sus hogares y que en teoría los alemanes de a pie no conocen: personas desaparecidas, vejadas, masacradas. Después, él también las hace desaparecer a brochazos negros: se las traga la nada de los hombres grises.

N: Me llamó la atención que al niño lo llamen Micha, ¿era así en realidad? 
No tengo ni idea de cómo le llamaban familiarmente en casa. Pero Micha es el diminutivo de Michael, así que no es tan descabellado pensar que fuera así. En El hijo del pintor yo hablo básicamente del hogar y, por eso, necesitaba un apelativo cariñoso, algo usual entre padres e hijos. Además, no quería emplear el nombre con el que Ende es reconocido por todos sus lectores. Entonces él no era todavía el Michael Ende que escribía libros, era solo un niño pequeño, reflexivo, imaginativo, que absorbía lo que tenía a su alrededor y, así, modelaba su carácter; alguien que, un día, años después, acabaría siendo el escritor Michael Ende, con todas las letras.

N: En su lectura también nos encontramos con referencias continuas a obras de Michael Ende: tortugas centenarias, el tiempo, los hombres grises, desiertos multicolores, dragones de la suerte… El hijo del pintor claramente está dirigido a un público infantil, pero como Ende, ¿pensabas también en posibles lectores adultos que ya hubieran leído esas novelas?
Sí, es lógico que fuera así, porque si en sus obras Ende hablaba reiteradamente de las tortugas o del tiempo, es porque le interesaban estos temas. E imagino que sería desde siempre, desde su infancia, que es cuando se forja el carácter de las personas. Aunque el libro es corto, los editores hicieron muy bien incluyéndolo en la serie Azul, destinada a niños a partir de 12 años. Pienso que es un libro que se puede leer como una historia de ficción más, sin ni siquiera saber que los personajes existieron en la realidad. Pero también creo que eso ocurre en un primer estrato y este libro tiene varios niveles más. En ese sentido, pienso también que puede interesar a los adultos, cómo no, y si son admiradores de Ende, mejor que mejor. Cada lector elige -consciente o inconscientemente- dónde quedarse, contentarse con hacer un agujero diminuto o excavar un hoyo profundo. Yo trato de darles las herramientas, la pala para cavar, pero ellos deciden hasta dónde llegar.

N: Al hilo de las referencias a sus libros, hay un momento en el que describes a Michael Ende en el patio del colegio rodeado de un corro de niñas a las que les apasionaban sus historias y entre ellas está Krista. Ese nombre me suena de algo… Bastián tenía una amiga llamada así, bueno, escrito diferente, Christa. ¿La amiga del protagonista de La historia interminable está inspirada en esa amiga del colegio o la amiga del colegio de El hijo del pintor está basada en la amiga de Bastián? 
M: Quiero pensar que la amiga de Bastian está inspirada en la amiga que su creador tuvo en su primera infancia, pero, claro, no puedo afirmarlo con seguridad. Solo sé que entre los amigos que Michael Ende tuvo de pequeño estaba una niña llamada Krista y que para él fue lo suficientemente importante como para recordarla a la hora de hablar de su infancia.

N: En el capítulo 2 la familia se traslada de Garmisch a Múnich y nos describes el barrio bohemio, que es donde precisamente se fueron a vivir, Schwabing, del que se puede leer bastante en Carpeta de apuntes, un libro que desde mi punto de vista es imprescindible para cualquiera que quiera conocer mejor al escritor. Al final del capítulo 3 dices «muchos años después tuvo también su propia caja de ideas. Estaba llena de papelitos con frases escritas y también de recortes de periódicos y revistas…». Haces referencia a esta última publicación, ¿verdad?
Muchos escritores -yo diría que todos- guardan anotaciones sobre hechos que no quieren olvidar y que pueden servirles para libros futuros. Algunos fructifican y se transforman en historias, otros no pasan de meras frases. Hay escritores que los apuntan en cuadernos, otros en el ordenador o la Tablet directamente. Ende tenía una caja de ideas. Esa fórmula la heredó de su padre. El pintor hacía los primeros apuntes en tarjetas, que guardaba en una caja, y solo algunas de esas tarjetas llegaban a ser cuadros mucho tiempo después. Entiendo que el libro de “Carpeta de apuntes” parte de esa caja y en él hay poemas, relatos, artículos, simples comentarios. De hecho, ese es su título original: “Michael Ende´s Zettelkasten”.
Foto de Lidia Pelayo
N: Llamas a los nazis «hombres grises». Sin duda le debió de marcar muchísimo haber vivido ese periodo de la historia en Alemania y más aún cuando su familia no se consideraba «políticamente fiable». Me gustó mucho su escrito «La abuela está sentada en el jardín chino» donde relata cómo vivió el final de la guerra. ¿Crees que Michael Ende hablaba del nazismo en Momo o es un símil que has querido plasmar en tu libro? 
M: El nazismo fue una época terrible y los primeros que lo pasaron mal fueron los millones de alemanes que no comulgaban con esas ideas. La familia de Ende era una familia abierta, liberal, amante de la cultura, que a la fuerza tenía que chocar con la intransigencia y con el fanatismo. La pintura de Edgar Ende, como toda la pintura no realista, fue tachada de arte degenerado -Entartete Kunst- porque, según los nazis, no era pura ni heroica, y se le impidió pintar como a tantos otros (Max Ernst, Chagall, Klee, etc.). Eso es censura y no hay nada peor que impedir crear a un artista. Honestamente, no sé si los hombres grises de Momo se basan en los nazis. En principio, ellos solo querían adueñarse del tiempo de las personas y los nazis pretendían ser dueños de sus vidas, por entero. Pero sí eran intolerantes, siniestros y grises, en el sentido de «mediocres», gente con orejeras que no veían más allá de sus narices. Evidentemente, tenían muchas concomitancias con ellos. Ende dice en Momo: «Ellos -los hombres grises- se habían hecho sus planes con el tiempo de los hombres. Eran planes trazados muy cuidadosamente y con gran previsión. Lo más importante era que nadie prestara atención a sus actividades. Se habían incrustado en la vida de la gran ciudad y de sus habitantes sin llamar la atención. Paso a paso, sin que nadie se diera cuenta, continuaban su invasión y tomaban posesión de los hombres. Conocían a cualquiera que parecía apto para sus planes mucho antes de que este se diera cuenta. No hacían más que esperar el momento adecuado para atraparle.» Yo veo ahí los primeros movimientos de los nazis en los años veinte. No olvidemos que el primer intento de Hitler por tomar el poder se produce en Múnich, la ciudad donde vivía la familia Ende. De Múnich Hitler llega a ser Führer de toda Alemania y, de ahí, a pretender conquistar el mundo entero. Pero, claro, solo es una interpretación mía.
En cuanto a «La abuela está sentada en el jardín chino», sí, a mí también me gustó muchísimo. Refleja muy bien ese sentimiento de desolación por la barbarie que ocurre en un país que es el tuyo y al que quieres. Un pesar tan profundo que nunca consigues aliviar, como dice Ende en sus páginas.

N: Como hemos dicho antes, además de escritora, también eres traductora y a finales de los ochenta tradujiste El ponche de los deseos junto a Jesús Larriba. ¿Qué representó para ti poder traducir a Michael Ende?
M: En realidad, la primera vez que traduje a Ende fue un año antes, en 1988. El libro es un álbum ilustrado que se titula El teatro de sombras y trata de la muerte nada menos. Traducirlo fue un placer y también una gran responsabilidad. La traducción de El ponche de los deseos me produjo sentimientos encontrados. Por un lado, el libro me gustaba mucho y, por tanto, el proyecto me ilusionaba, suponía un reto importante. Por otro, Jesús Larriba y yo tuvimos que luchar contra el tiempo y eso nunca es bueno a la hora de traducir y menos con un libro como este, que era extenso y complicado.

N: ¿Cómo surgió este encargo? ¿Cómo fue la experiencia de trabajar a cuatro manos?
Tanto Jesús como yo trabajábamos entonces como editores en Ediciones SM. Ese año yo fui a la Feria del Libro de Frankfurt y el primer día me topé con El ponche de los deseos en el stand de Thienemann, la editorial habitual de Ende. Era la novedad de la feria y estaba publicitado por todas partes. Rápidamente informé a la dirección de la editorial y la consecuencia de ello fue que al día siguiente ya tenía un ejemplar alemán en mis manos para leerlo en la propia feria. Se contrató allí mismo y volvimos a Madrid con idea de publicarlo lo antes posible. La editorial quería sacarlo esas mismas Navidades. Así que se nos pidió a Jesús Larriba y a mí que dejáramos todo lo que teníamos entre manos y nos dedicáramos exclusivamente a la traducción del libro. Lo bueno fue que Jesús y yo nos compenetramos bien. En realidad, él se dedicó básicamente a la narrativa, y yo a las canciones y las rimas, y también a volcar el texto al ordenador -entonces, Jesús traducía a mano- y a la corrección final. Pero estábamos juntos, en el mismo despacho, y eso nos permitía consultarnos todas las dudas y buscar las soluciones juntos… Está claro que cuatro ojos siempre ven más que dos. De todas formas, es un libro que habría requerido mucho más tiempo y eso no nos lo permitieron. En este caso, los «hombres grises de SM» también nos robaron el tiempo.

Portada de la edición alemana
N: En alemán el nombre hiperlargo del ponche está integrado en el título, pero en español aparecía debajo en la edición de SM del 89 e incluso, en ediciones posteriores, se eliminó lo de «genial...». ¿Se decidió quitarlo por algún motivo aparte de que es extremadamente largo y parece un trabalenguas?
M: Bueno, en principio eso era así porque en alemán el adjetivo se pone delante y en español detrás, y una palabra tan larga había que integrarla de algún modo en el diseño, sin más. Después, en las siguientes versiones, no sé por qué motivo se decidió quitar la palabra de la cubierta. Yo hubiera preferido que se quedara. A Ende le gustaba jugar con las palabras y esa palabra-catalejo, como la denomina él en el libro, es una muestra más de su ingenio. A mí me parece divertida y creo que a los lectores les llama mucho la atención. Para mí reconstruirla a partir de la alemana fue un reto que necesitó, como los poemas, cierta adaptación. Pero creo que quedó bien y que funciona, como funcionaba en su momento el supercalifra… de Mary Poppins, por ejemplo. Y en el libro, por supuesto, tiene su razón de ser: es, como el famoso Abracadabra…, una palabra mágica, necesaria para hacer un encantamiento, «genialcoholorosatanarquiarqueologicavernoso» .

N: ¿Recuerdas qué criterio seguisteis para la traducción de los nombres de los personajes?
M: En general, los nombres suelen quedarse como están, sobre todo si las novelas son realistas y están localizadas en un lugar concreto. Sin embargo, aquí hay que contar con que nos encontramos en un laboratorio de magia, en un lugar frío y en la noche de San Silvestre, pero no se trata de ningún país concreto… El autor no nos da detalles.  Además, muchos de los nombres tienen significado. Está claro que este es importante para la historia, porque el autor lo ha decidido así. Eso ocurre cuando incluyen en el término cualidades del personaje, de algún modo lo retratan. Entonces, entiendo que hay que traducirlos para que el lector español tenga la misma información que tenía el alemán. Lo más literalmente posible, sí, pero también es importante la sonoridad de los mismos.
Algunos ejemplos:
Beelzebub Irrwitzer -irrwitzig es absurdo, descabellado- pasó a ser Belcebú Sarcasmo, un apellido que enlaza claramente con la forma de ser del personaje.
Tyrannja Vamperl se transformó en Tirania Vampir.
Maledictus Made: Maledictus Oruga (que es precisamente lo que significa Made)
Jakob Krakel: Jacobo Osadías (cuervo). Krakel es barullo y kraken, armar bronca. El cuervo es claramente muy osado, dice siempre lo que piensa y no se corta ante nada.

N: Otra particularidad a destacar de esta novela son las rimas de los hechizos. ¿Te resultó complicado?
Sí, fue complicado. En realidad, creo que es el libro en el que Ende se acerca más a las técnicas del cabaret literario, de las obras teatrales que escribió durante años. No son poemas, son más bien canciones de una comedia musical muy ácida, muy política. Intenté conservar la rima en todas ellas. En cuanto al contenido, podrían dividirse en dos tipos. Unas tienen mucho sentido y son muy irónicas. Son las que hablan del mundo de hoy en día de una manera muy crítica y hay que contar con que el libro está escrito hace veintisiete años nada menos, pero sigue siendo profundamente actual al tocar todos esos temas: la excesiva importancia del dinero, el consumismo, los ataques contra la Tierra, (fauna y flora), la contaminación, el armamentismo, la corrupción. Evidentemente, todos esos mensajes debían permanecer en la versión española y sujetos a la rima. Por otro lado, nos encontramos con unas canciones absolutamente lúdicas en las que se señalan los ingredientes necesarios para que el ponche funcione. En muchas ocasiones se trata de palabras inventadas siguiendo el arte clásico de la hechicería: sortilegios endemoniados. En esos casos, intenté conservar las raíces de las palabras inventadas por Ende, otorgándoles desinencias a la española.

N: Me resulta gracioso cuando dice «humanada» en vez de «cerdada» porque los cerdos no hacen nada. ¿Schweinerei/Menscherei?
M: Sí, eso está así en el original alemán. Es un invento de Ende y tenía toda la razón del mundo: ¿por qué decir «cerdada» cuando los causantes de esos desaguisados son los propios humanos?

N: Y para finalizar, hablemos de cómo termina, al igual que La historia interminable y Momo, con su apellido «Que Ende-fin-itiva significa». ¿Cómo aparecía en alemán y qué te parece vuestra solución vista con la perspectiva de los años?
M: Ende tenía un nombre perfecto para jugar con él y emplearlo en los finales. En algún lugar leí que los profesores en el colegio al que iba ya lo aprovechaban para hacer frases del tipo «Por fin (Ende) ha acertado la respuesta» y cosas así. Tal vez fuera su pequeña venganza contra lo mal que se lo hicieron pasar. En todo caso, habría sido una pena desperdiciarlo. Yo me limité a adaptar algo el texto para no perder el juego. Si traducía el refrán exclusivamente (Bien está lo que bien acaba), los lectores no verían el apellido de Ende por ningún sitio. Además, los lectores niños no tienen por qué saber que Ende significa «fin». Por eso le añadí la frase «Que Ende-FIN-itiva significa». Por otro lado, a lo largo del libro el cuervo repite varias veces «Esto acabará mal» (das wird böse enden), que nosotros adaptamos con: «esto tendrá un mal endesenlace», aprovechando que el cuervo a veces se equivoca (dice «reumaticismo», por ejemplo).

N: Si tuvieras que elegir una obra de Michael Ende, ¿con cuál te quedarías? ¿Alguna escena o imagen preferida?
M: En general, toda la producción de Ende me parece muy interesante y realmente valiosa. No es solo La historia interminable, aunque sea la más conocida o la de mayor envergadura. Todos los libros, ya sean álbumes o novelas extensas, encierran ideas brillantes. Siempre me ha gustado mucho El secreto de Lena, que traduje en 1991. Parte de una idea casi irreverente: una niña que decide dar un escarmiento a sus padres porque está harta de que no la obedezcan. Así que los vuelve pequeños, para que sufran. El final es más «políticamente correcto» -aunque Ende odiase ese término-, pero la idea es brillante, y por supuesto el tiempo y los relojes tienen la clave.

N: Desde el punto de vista de editora, ¿crees que en la actualidad existe algún autor semejante a Ende?
M: Confieso que ahora yo ya no puedo estar al tanto de todo lo que se publica, como me ocurría en otra época. La oferta me desborda por completo. Por lo que sé, hay muchísima literatura fantástica, pero suele ser más épica, más de aventuras. Me atrevería a decir que más convencional y ni mucho menos tan crítica ni tan reflexiva como lo es la obra de Ende. En Alemania surgió hace años Ralf Isau, un autor que estaba muy influido por Ende y que escribió varias novelas interesantes, de calado, desde mi punto de vista. Alguna, como El museo de los recuerdos robados, se publicó en nuestro país, pero -no me preguntes por qué- no alcanzó la repercusión que se merecía. De la literatura inglesa o americana no me atrevo a hablar porque no la conozco a fondo. En cuanto a la española… deberíamos nombrar a Laura Gallego, una lectora empedernida y apasionada de Ende. Su obra tiene un estilo propio y consolidado que avalan millones de lectores, pero hay determinados títulos –El coleccionista de relojes extraordinarios, por ejemplo- y determinados pasajes en los que veo cierto homenaje al Maestro: momentos más humorísticos, descripciones de acumulaciones de objetos en ciertos lugares, luchas dialécticas entre personajes, diálogos muy teatrales...

Muchas gracias, Marinella, por querer colaborar conmigo en esta charla. Gracias también a la Casa del Lector por volver a cederme su espacio y a la editorial Anaya por los libros que nos regaló para el sorteo. Y, por supuesto, gracias a todos los que os acercasteis a oírnos a pesar del temporal que nos acompañó aquel día.

Terzi, Marinella. El hijo del pintor. Anaya: Madrid, 2015. Ilustraciones de Beatriz MartínVidal.
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