El
Pequod dejó subir a bordo a unas cuantas brujas el pasado fin de semana y fue realmente una travesía mágica. Se presentaron muchas caras nuevas, algunas ya conocidas y contamos con la presencia de la ilustradora
Montse Rubio, una de las artistas que exponía en la pequeña muestra de arte sobre brujas que acompañó a esta tertulia, en la que, además de la ya nombrada, participaron
Selva Mateo,
June Uriagereka,
Leticia Zamora,
Marta Sarmiento y
Ana Castelbón.
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Obra de Marta Sarmiento expuesta en Pequod, a la venta en la misma librería |
La clasificación que propuse para ir presentando los libros que llevé para esta ocasión -en la que batí el récord de tal modo que se rompió la primera bolsa de tela que escogí para su transporte- dividía a las brujas según su imagen positiva o negativa. La positiva se acerca a una mujer de cualquier tipo -guapa o fea, vieja o joven, rica o pobre-, cuyas creencias se basan en el respeto y conocimiento de la Naturaleza, que ella misma ve como su diosa. La negativa, por otro lado, sería una anciana, de nariz ganchuda, normalmente desdentada, vestida de negro, con verrugas (
Manual de la bruja de Malcolm Bird), sola, marginada... Una imagen que por lo que parece surgió causada por el miedo a la mujer independiente, capaz de vivir sin marido ni hijos, con poder sobre su propia vida, tal como se describe en el prólogo del
Libro de las brujas españolas.
Las brujas de Roald Dahl, que estoy repasando este mes con una de mis alumnas, también son poco agraciadas: les faltan los dedos de los pies, son calvas y odian a los niños, e idearán un plan para exterminarlos de la faz de la Tierra. Antes de su lectura vi de pequeña La maldición de las brujas y tanto en el libro como en la película me sorprendió la historia de la niña a la que una bruja mete en un cuadro. Un encantamiento muy usado con tus peores enemigos que aparece también en un episodio de Embrujadas, otro de Witches of East End y hasta la propia Mary Poppins lo usa para pasar un buen rato con su amigo Bert, donde en la novela se sumergen sin la compañía de los niños.
No hay que olvidarse de las brujas de los cuentos clásicos, que más que malvadas en cierto modo veo aleccionadoras, como a la Bruja Aburrida de
Las Tres Mellizas. La que aparece en
Hansel y Gretel,
La bella durmiente, Blancanieves, La sirenita, o la presencia de Baba Yaga en la tradición rusa (ver también
Encantamiento de Orson Scott Card), la Malvada Bruja del Oeste (
El mago de Oz, Wicked...), las
Crónicas de Narnia, Xayide de
La historia Interminable...
Siguiendo con esa imagen negativa, aplicada normalmente a un contexto rural, como señalaba Julio Caro Baroja, tenemos a la abuela de
La pequeña Fadette, novela escrita por George Sand, pseudónimo de Aurore Dupin. Curiosamente la edición de Bruguera está ilustrada por Jesús Gabán, que también decora maravillosamente el
Libro de las brujas españolas de Ana Cristina Herreros. En el prólogo la autora nos habla de la etimología de la palabra y toca un poco de historia. ¿Qué otros términos conocemos para "bruja"? fue una de las preguntas de la tertulia. Hechicera, sacerdotisa, hada, adivina, maga, (clari)vidente, médium, sanadora, curandera, nigromante, sortílega... No os perdáis esta presentación de su obra en
Silencio se lee, donde entrevistan a la escritora.
Pero para un recorrido objetivo por el pasado de las hechiceras, recomiendo encarecidamente (hay que ver cómo me gusta esta expresión)
El gran libro de las brujas de Rafael Mérida. Y si os interesa ver la historia del rey Arturo desde la perspectiva de las mujeres, tenemos la magnífica novela de Marion Zimmer Bradley,
Las nieblas de Avalón.
Ray Bradbury me sorprendió con el relato
La bruja de abril, que leí para este encuentro y desconocía. También me topé gracias a esta tertulia con otro clásico de la fantasía, Abraham Merrit, en
Arde, bruja, arde (1932), donde Madame Mandilip se alimenta de las almas de sus víctimas, cuyos cuerpos quedan reducidos a muñecas diabólicas. Existe una versión cinematográfica,
The Devil Doll del 36, dirigida por Tod Browning, que sentará las bases para todos lo que vino después sobre muñecos infernales. No hay que confundir el título de la novela con la película titulada en Estados Unidos
Arde, bruja, arde (qué manera de complicarse la existencia), que en Reino Unido se llamó
Night of the Eagle, precisamente basada en otra novela de brujas,
Esposa hechicera de Fritz Leiber.
Se hablaron de otros libros como
Diario íntimo de una bruja de Clara Tahoces,
El descubrimiento de las brujas de Deborah Harkness,
Volkhavaar y
El unicornio negro de Tanith Lee,
La hora de las brujas de Anne Rice,
La bruja de Trasmoz,
Ars Magica,
Las brujas y su mundo de Caro Baroja,
Stardust de Neil Gaiman,
El tiempo de las hogueras y
El oráculo de cristal. ¿Alguien ha leído
La mujer púrpura de Jeanette Winston? Y también me quedé con ganas de oír alguna recomendación sobre brujas gitanas, de las que conozco más por el cine como la maldición que le echan al protagonista de
Thinner (S. King) o la maldición de
Arrástrame al infierno de Sam Raimi. Tampoco hablamos de
La guerra de las brujas de Maite Carranza, aunque algún día caerá en mis manos, lo sé.
Para el final de mi intervención, así como el final de esta entrada, dejé un libro de los que tenía pendientes
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Merlin es prácticamente mágico |
hacía tiempo,
Practical Magic, en el que se basaron para rodar la película homónima. Es una de mis películas favoritas sobre el tema, en especial por la estética del film en sí, el vestuario, los decorados... Pero la novela no se parece casi en nada. No existe la maldición de las Owen, ni Sally hace el hechizo Amas Veritas de pequeña. La casa de las tías es mucho más oscura, todo es más decadente, y sólo veremos a estas dos mujeres al principio y al final de la historia, porque no aparecen en el resto del libro. La historia se desarolla tras la muerte de Michael, cuando Sally y sus hijas se trasladan a otra ciudad y más adelante aparece Gillian con el cadáver de Jimmy en el coche. Antonia es mayor que Kylie y tiene bastante mal carácter.
Aunque no lo mencionan como en la película, creo que Michael, el padre de las hijas de Sally, sí estaba hechizado por las tías. En la novela sucede algo muy curioso: cuando se casan, se van a vivir al desván de la casa familiar porque el hombre se lleva muy bien con ellas, cuando el resto del pueblo desde siempre les tenía miedo y las marginaba. Mencionan que viven en Massachusetts, por lo que podríamos deducir ¿que están en Salem?
Pero lo realmente escalofriante es la anécdota de la chica de la droguería. ¿Recordáis el sacrificio del pichón? En el libro es una chica dulce pero no muy agraciada que quiere que el director de la escuela, un hombre casado, se enamore de ella. Las tías acceden a cumplir su deseo y las niñas presencian el ritual, pero como no acaban de creer que sus tías tengan poderes, van a ver a la chica todos los días para comprobar si se ha cumplido su petición. En efecto, el hombre se ha enamorado de ella, pero la chica no tiene suficiente. Regresa a las tías para pedirles que se divorcie de la esposa y que la quiera tanto que no pueda soportarlo. Las tías le advierten que el hechizo es irreversible y que se atenga a las consecuencias. El hombre deja a su mujer para casarse con ella y al cabo de unos meses la chica de la droguería pasa de dulce a amargada, se le vuelve el pelo blanco, tiene hasta arrugas en la cara y llega un momento en que pierde el habla.
No es una gran obra literaria, pero sí un libro curioso para los fans de la película, de cuyo título, por cierto, odio su traducción. ¿Por qué "practicamente" cuando es "Magia práctica"?
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Algunos de los libros de los que hablé en este encuentro |
Y tal como prometí el sábado, aquí tenéis
la lista de canciones que recopilé para la tertulia. Sólo he incluido canciones en inglés para darle cierta homogeneidad. Encontramos desde el tema de la serie
Embrujada, pasando por grandes grupos como Eagles, The Cure, Fleetwood Mac o Siouxie and the Banshees, hasta cantantes de la talla de Nick Cave y Jeff Buckley. ¡Disfrutadla!
¡GRACIAS A TODOS POR ASISTIR Y NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA!