21.9.17

MATERIA OSCURA

Jason Dessen vive en Chicago, donde ha renunciado a sus grandes aspiraciones científicas para dar clases y centrarse en su familia. Una noche, tras asistir a la celebración en honor de un antiguo compañero galardonado con un importante premio de astrofísica, Jason se dirige a casa… y nunca llega. Un hombre oculto tras una máscara de geisha lo conduce a punta de pistola a una central eléctrica abandonada, donde le inyecta algo.

Cuando recobra la conciencia, unos desconocidos con trajes especiales lo reciben con las palabras «bienvenido de nuevo». Pero esta realidad no es la que conoce: su mujer no es la misma, su hijo no ha nacido y él ni siquiera es profesor.

¿Es este mundo un sueño? ¿O acaso lo era su vida anterior?

Por cortesía de Nocturna Ediciones, podéis leer aquí las primeras páginas.

En los últimos años, cada verano lo he pasado en una ciudad distinta gracias a un libro que me ha descrito tan bien sus calles, que junto a mis paseos por la red, he conseguido trasladarme allí mentalmente. En 2015 fue San Francisco por Los buscadores de libros y en 2016 fue Chicago gracias a Materia Oscura. Siempre he sabido identificar a esta ciudad por su metro elevado, conocido como EL, que por supuesto aquí aparece continuamente. También tenemos algunos de los rascacielos más importantes como la Torre Willis o la Water Tower Place, y, cómo no, el siempre presente lago Michigan.

Esta novela, que me encantó traducir por la teoría del multiverso y la posibilidad de la existencia de tantas realidades como decisiones tomemos, también me gustó por sus múltiples referencias literarias. Antes de empezar, nos encontramos con unos versos de T. S. Elliot, pertenecientes a su obra Cuatro Cuartetos, cuyo significado comprenderemos completamente tras la lectura del libro de Crouch. Pero también se cita a F. Scott Fitzgerald, a Mark Twain y «el dorado de Robert Frost que no puede permanecer».

Cada instante, cada aliento, contiene una elección —contesta—. Pero la vida es imperfecta. Tomamos malas decisiones. Así que terminamos viviendo en un estado de perpetuo arrepentimiento. ¿Y hay algo peor? Creé algo que podía erradicar el arrepentimiento. Que permitía encontrar mundos donde hubieras tomado la elección correcta.
—La vida no funciona así —replica (...)—. Vives con tus elecciones y aprendes. No engañas al sistema.

Durante la traducción, casualmente no dejaba de oír a gente o leer comentarios en las redes sociales sobre el deseo de viajar a otras realidades para vivir otras vidas distintas a las que han desarrollado, pero solemos olvidarnos de que esas otras realidades podrían convertirse en un infierno para nosotros. ¿Adónde nos lleva cada salto? Blake Crouch me hizo acordarme de la serie Sliders (Salto al infinito), pero la hipótesis de los universos paralelos está presente en infinidad de novelas y películas. Un gran tema —¿a qué sí?—, que además hace reflexionar muchísimo.

Crouch, Blake. Materia Oscura (Dark Matter, 2016). Nocturna Ediciones: Madrid, 2017. Colección Noches Negras. Traducción de Noemí Risco Mateo.
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