Cartel oficial OEPLI de 2019 |
Comencé explicándoles, a petición de la maestra Pamela Romero, a qué me dedico, por qué decidí convertirme en traductora literaria y en qué consiste traducir libros para niños de sus edades. Una experiencia nueva para mí, porque normalmente trato con chavales mayores, de doce a dieciocho años, es decir, educación secundaria, e incluso he dado charlas a universitarios o en congresos de traducción o literatura de género. Pero para mi sorpresa, estos niños escuchaban atentamente y ¡hasta me hicieron alguna pregunta! Y lo más bonito es me contaron que han leído las historias de los olchis traducidas por mí y ya han hecho algún dibujo, que espero ver pronto.
Celebrando el Día Andersen con los niños de Morata de Jiloca |
A continuación les leí, acompañada por el minueto de Boccherini, el cuento de Andersen elegido para este año: Las flores de
Ida está triste porque sus flores están mustias y un estudiante le dice que se hallan en ese estado porque están cansadas de bailar toda la noche. La niña siente curiosidad por esos bailes que le dicen que celebran en un castillo y sueña con verlos mientras deja descansar a sus flores en la cama de su muñeca. Sin embargo, a la mañana siguiente las flores están muertas y las entierra, porque, como nos explicaba Andersen en el bonito relato del año pasado, La margarita, las flores que arrancamos o cortamos tienen una vida mucho más corta que si las dejamos en la tierra. De todos modos, aunque tiene un triste final como muchos de los cuentos de Andersen, me gusta pensar que al enterrar las flores, una nueva surgirá de las viejas semillas.
Decoración de las escaleras |