29.3.07

Sueños

Hay sueños que se desvanecen al despertarte; otros, que permanecen tan sólo unos segundos después de levantarte y algunos, de los que te acuerdas durante todo el día, pero conforme va pasando el tiempo, los vas olvidando.
Desde que era pequeña decidí anotar mis sueños para recordarlos, pues son importantes para entender nuestra vida y solucionar algunos de nuestros problemas; aunque a veces nos confundan y nos hagan mezclar lo irreal con los real.
Pero, ¿y si, como dijo Calderón, la vida es sueño y cuando morimos despertamos? Es otra forma de ver la reencarnación. ¿Y si somos nuestros propios dioses? ¿No os ha pasado alguna vez que habéis sido capaces de controlar vuestros sueños?
Los sueños también ayudan al escritor, le dan ideas, sobre todo al que se dedica a escribir historias fantásticas.
¿Quién no ha tenido el mismo sueño más de una vez en su vida? ¿Y cuando estás dentro de un sueño y te suena todo lo que te rodea, te es familiar? Sabes que has estado allí antes, pero eres consciente de que en la realidad, en la realidad de tu vida actual, no lo conoces, nunca has estado en esa ciudad, en ese pueblo, en esa calle o en esa habitación. Muchos de mis sueños se desarrollan de noche... es curioso. Recuerdo una serie o una película que vi en la televisión hace muchos años, en la que una niña cuando dormía se trasladaba a otra dimensión y allí vivía con otra familia. La pobre no dormía, lo que creía en un principio que eran sueños, era otra realidad paralela y estaba agotada porque nunca descansaba realmente.
¿Queréis compartir conmigo algún sueño que recordéis que fuera interesante?
Las ilustraciones son de Josephine Wall:

20.3.07

Tot és mentida de Quim Monzó

Siguiendo con mis lecturas en catalán, al abrir la puerta de una de las estanterías de mi casa, el primer libro que apareció fue este, sino creo que no lo hubiera elegido nunca. Tot és mentida (Todo es mentira) es una recopilación de los “mejores” artículos que Quim Monzó escribió de 1997 a 1999. Ahora que lo he acabado, tengo una visión distinta de este autor, no tan positiva como antes, la verdad. Algunos artículos son muy repetitivos, ya no sólo porque todo el rato dicen lo mismo, línea tras línea, sino porque incluso se repiten frases, palabra por palabra. Por otro lado, está el contenido, el último artículo del libro ya me ha dejado mal sabor de boca para todo el día, pues según él, todos los perros considerados “peligrosos” deberían estar encerrados detrás de una verja en el zoo y no ser animales de compañía. Creo que se debería encerrar allí a más de un dueño, que no es lo mismo.

Aun así, he encontrado algunos artículos con los que sí he disfrutado y me gustaría destacarlos aquí:

- Els nois amb els nois: un barcelonés habla con unos bilbaínos sobre las sociedades gastronómicas de esa región del norte y el catalán no entiende por qué no se permite el acceso a mujeres y ellos venga a insistir en que son fiestas de hombres, donde beben, comen y se divierten y después de mucha explicación el barcelonés acaba entendiendo que claro, es que soy gays (lo dijo sin mala intención). Jajajaja, ya os podéis imaginar cómo les sentó a los vascos.
- El vòmit: nos copiamos todos de los americanos, de lo que vemos en sus películas, hasta el vómito. Antes cuando una persona veía una escena desagradable, se desmayaba, ahora, desde que las series americanas empezaron a hacer que cuando alguien sensible ve un cadáver, vomita; nosotros también. Lo de las copiadas se ve sobre todo en la aparición en masa de series policíacas. ¡Qué fijación! Pones a cualquier hora la TV y siempre hay alguna serie de investigaciones.
- Calaveres, fèmurs, pubis i clavícules: los estudiantes de medicina jugando con los muertos. A la mañana siguiente se encuentran cadáveres en el contenedor de orgánicos, al menos los reciclaron.
- Entre Hospital i Sant Pau: se estaba construyendo en el 98 una nueva avenida en el Raval, precisamente a Quim Monzó no le gustaba nada que la llamaran Rambla porque ya existía la Rambla de Barcelona a pocos metros y fue justo como la llamaron después: Rambla del Raval.
- L’ocàs del bikini: ¿sabíais que lo de llamar al sándwich mixto “bikini” en Barcelona venía de la Sala Bikini? Fueron los que lo pusieron de moda porque lo vendían mucho.
- Els pedals: los niños ven la TV por aburrimiento. Se hizo un estudio donde niños obesos para ver la tele tenían que pedalear unas bicicletas estáticas que activaban la electricidad y se demostró que la veían muchas menos horas. Yo, personalmente, lo veo claro. Si estaban muy gorditos les costaba mucho y decidían hacer otras cosas para entretenerse. También es cierto, que si un niño tuviera otro entretenimiento más divertido, no se pegaría horas delante del televisor.

Monzó, Quim. Tot és mentida. Barcelona: Quaderns Crema, 2000.

7.3.07

James i el préssec gegant/James y el melocotón gigante

James and the Giant Peach de Roald Dahl, 1961.
Me estoy preparando un examen de catalán y últimamente leo los libros que tengo por casa en este idioma. Por eso elegí leer ahora éste.
Roald Dahl me empezó a gustar cuando hace ya diez años, cuando leí para una clase de inglés su biografía, Boy, Tales of Childhood. Me gustó mucho ese libro y poco después cayeron en mis manos The Witches (Las brujas) y Mathilda. Me pareció muy interesante, tiene una forma de escribir peculiar, sus narraciones dirigidas a los más pequeños siempre son desde la perspectiva de los niños, nunca de los adultos.
La historia de James en concreto no me gustó tanto como las anteriores, pero no está del todo mal. Creo que está más orientada a los chicos que a las chicas, por eso de los bichos y tal; aunque la encuentro un tanto deprimente para un niño pequeño, sobre todo la primera parte, porque el final es de cuento, acaba bien. Me pensaría bien a quién regalárselo. Tal vez a un chaval al que le gusten los insectos y las aventuras.
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