29.12.14

La traducción de La historia interminable (I)

En febrero de 2014 me invitaron a participar como ponente en una conferencia sobre traducción de literatura juvenil junto a Nieves Martín en la Universidad de Salamanca, dentro del I ECAN, organizado por Eva Rubio. Como escribí en su momento (clica aquí para leer la entrada), tuve la oportunidad de visitar por primera vez el campus de la universidad y disfrutar del maravilloso casco antiguo de esta ciudad con tanta historia a sus espaldas. Estas jornadas sobre literatura juvenil se celebraron en la Facultad de Traducción y Documentación, y allí fue donde vi el vítor de Miguel
Sáenz, a quien le habían conferido el doctorado honoris causa en 2002. Me quedé unos instantes contemplándolo mientras Carlos Fortea me contaba la tradición en Salamanca de esos símbolos romanos y enseguida me apareció la idea en la cabeza de invitar a Miguel Sáenz a hablar de su traducción de La historia interminable dentro de mi ciclo Charla entre traductores. Carlos Fortea nos puso en contacto y a partir de entonces comenzó una correspondencia que a pesar de ser vía email me recordaba a las epístolas de antaño.

Unos meses más tarde, en una de mis visitas a Madrid, nos reunimos en el mítico Café Comercial para ultimar algunos detalles de esta nueva aventura traductoril y si ya tenía buen concepto de Miguel Sáenz, lo confirmé al conocerle en persona. El lugar que propuse para la celebración, la Casa del Lector, resultó estar en la alineación de los astros, y la fecha no podía ser otra más que el 12 de noviembre, el aniversario del nacimiento de Michael Ende. Ya sólo quedaba repasar la novela para comenzar a extraer preguntas jugosas que le interesaran a la futura audiencia. 

Merlin ayudándome a estudiar alemán este verano
Mi segunda lengua extranjera es el alemán y apenas había vuelto a tener contacto con ella desde que terminé la carrera en 2003. Era el momento perfecto para darle un repaso al idioma al tiempo que volvía a leer una de mis novelas preferidas, La historia interminable, el libro que realmente me inició en la lectura, allá por el 86 o el 87. Hacía dos años que lo había vuelto a leer para una tertulia que celebré en Pequod Llibres, por lo que ya había experimentado el placer de disfrutarlo de mayor, distinguiendo parte de aquellas ideas que Michael Ende había escrito para mentes más maduras; y es que es un libro que bien puede leer un niño y a la vez disfrutar un lector adulto. 
Sin embargo, era la primera vez que iba a contrastar la traducción al español, la edición de Círculo de Lectores del 85 que le arrebaté a mi madre hace muchos años, con el original en alemán, una edición de bolsillo que compré en el Flohmarkt de la Ruhr-Universität en Bochum durante mi estancia en el Sommersemester del 99, nada del otro mundo, pero cumplió perfectamente su cometido. Ahora ando tras la reedición de Thienemann en tapa dura, una maravilla que sacaron a la venta justo dos semanas después de que me marchara de Alemania este verano. La excusa ideal para regresar. 
Fue en esas primeras páginas donde me topé con una frase que faltaba en español «Er konnte einfach
Bombay comparando conmigo los textos
seine Augen nicht abwenden davon». Y más adelante, descubrí ¡la desaparición de un párrafo entero! ¿Se lo había tragado la Nada? Lo consulté con Miguel Sáenz en privado para saber si era un error de mi edición y me confirmó que el párrafo no se encontraba en ninguna de las ediciones de La historia interminable en español. ¿Cómo era posible que en todos estos años nadie se hubiera dado cuenta? ¿Acaso no se encontraba aquel párrafo en el texto original que le pasaron al traductor en 1981? ¿Fue un error al traducir la novela que más tarde no vio el corrector ni el editor? ¿Y que siguió sin detectarse en ediciones posteriores? Una curiosidad más que añadir a este encuentro.
Miguel enseguida me pasó su traducción de aquel fragmento y me dio su permiso para comentar este dato en la conferencia; además se ofreció a compartir esas líneas con todos los lectores interesados (en gris el fragmento que se tragó la Nada). 

Bastián se dio cuenta de que, durante todo el tiempo, había estado mirando fijamente el libro que el señor Koreander había tenido en las manos y ahora estaba en el sillón de cuero. Era como si el libro tuviera una especie de magnetismo que lo atrajera irresistiblemente.

Se acercó al sillón, alargó la mano, tocó el libro... y en ese instante algo hizo ¡clic! en su interior, como si se hubiera cerrado una trampa. Bastián tuvo la vaga sensación de que, con aquel contacto, había comenzado algo irrevocable que ahora seguiría su curso.

(Para leer la segunda parte sobre la experiencia de esta tercera conferencia del ciclo CHARLA ENTRE TRADUCTORES, clica aquí. En la siguiente entrega os hablo de mi ruta Michael Ende por Alemania, en la que visité entre otras cosas el museo que hay en Múnich dedicado al escritor.)

Le preguntaron a Michael Ende una vez en una entrevista qué era para él imprescindible en la vida y el escritor respondió que un gato. No podía vivir sin gatos. Fuente: Web de Thienemann. Ein Satz ist wie eine Melodie.

Was brauchen Sie unbedingt im Leben?

Eine Katze. Ohne Katzen kann ich nicht leben.

26.12.14

Lecturas navideñas

De un tiempo a esta parte por estas fechas escojo una lectura relacionada con Navidad y esta vez no ha vuelto a faltar Dickens. Si el año pasado fue El grillo del hogar, el relato escogido para 2014 ha sido El árbol de Navidad, donde el escritor nos describe al detalle los adornos que decoran su abeto, y hasta enlaza referencias literarias o leyendas con el habitual perenne de casi todos los hogares. Algunos de estos adornos no sabía a qué hacían referencia puesto que hoy en día están en desuso, pero rápidamente mis abuelos, a los que les leía la historia, me dijeron de qué se trataba. Una vez más se demuestra que la experiencia de la lectura en voz alta es enriquecedora, tanto para los que escuchan como para el que lee. No dejéis de experimentarla.

Charles Dickens ilustrado por Robert Ingpen
El hecho de decorar un árbol a finales de año es una tradición alemana, pagana, que más tarde se extendió a muchos otros países de occidente e incluyó como propia la religión cristiana. Desde que descubrí el significado de antaño, suelo decorarlo acorde al simbolismo, es decir, colgando de las ramas aquellas cosas que deseamos para el año que viene.

Jo leyendo a la tía March
La otra lectura de la que he disfrutado en estas fechas ha sido Mujercitas de Louisa May Alcott. Para la última sesión de Bookspeaking vimos en VO Little Women, la versión de 1994 con Susan Sarandon, Winona Ryder, Christian Bale, Gabriel Byrne... A las niñas les encantó y yo pensé, «¿Cómo puede ser que aún no haya leído este clásico de la literatura americana?», y me lancé de cabeza.

Ha sido un placer disfrutar de esta novela durante mis viajes en metro, porque me aislaba del bullicio completamente, y esta primera semana de vacaciones en casa, en algún ratito entre comida y comida, limpieza o a la vuelta de las compras. Una sorpresa descubrir que el libro sólo recoge los primeros minutos de la película, hasta el compromiso de Meg, la hermana mayor, con John Brooke, el tutor de Laurie; y el resto está basado en la segunda parte, Good Wives (Aquellas Mujercitas o Buenas esposas). 

Aunque a algunos pueda parecerles una historia para chicas e incluso una cursilería, trata principalmente la situación de una familia americana durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos, cómo una familia que en su día estaba acomodada pasa la vida mientras el único hombre, el padre, está fuera de casa. Y es muy interesante ver el papel de la mujer en el siglo XIX, lo importante que era conseguir un buen marido, hasta qué punto podía ser independiente una chica o podía tener sus propios planes como un personaje con personalidad y decisión como Jo. 

Y vosotros ¿estáis leyendo algún libro estos días? Espero que estéis teniendo muy buenas fiestas. 

23.12.14

Traducción de El Destello

Esta es la cuarta entrega de la serie El corredor del laberinto de James Dashner y la precuela de la historia, es decir, antes de lo sucedido en la primera parte, el por qué del laberinto.
A los que hayáis leído los otros libros probablemente la cubierta ya os sugiera bastante y, si aún no os habéis hecho con él, estoy segura de que los fans estaréis deseando que os lo regalen estas fiestas. Si cae en vuestras manos, habrán acertado, porque en mi opinión es el mejor de la serie. Además de revelar parte de la información que deseábamos saber, tiene un tono un poco más adulto y me atrevería a decir que no sólo atraerá a los jóvenes esta vez.

En cuanto a la traducción, en este caso no puedo hablaros de ella demasiado sin revelar parte de la trama. El punto fuerte de los libros de El corredor del laberinto precisamente es el suspense que genera el hecho de no saber lo que está pasando y que Dashner nos vaya dando pequeñas dosis de información. De todos modos, os adelanto que con esta parte os quedaréis con buen sabor de boca, o al menos eso fue lo que me pasó a mí.

Trabajando en los Pirineos
Aquí no tenemos el vocabulario inventado por los chicos del Claro, pero sí me encontré con tecnología del futuro, por lo tanto, términos inventados por el autor como subtrans, transvice o virtbox. Otra dificultad fueron las siglas de las diferentes organizaciones o departamentos que aparecen en la novela, que no nombraré para dejaros la sorpresa; y aprendí algunas expresiones nuevas para mí como fake as a rubber glove, amount to a hill of beans, bark up the wrong tree o if wishes were fishes.
Y por supuesto hubo banda sonora, como siempre. Estas son algunas de las canciones que me acompañaron además de un par de álbumes de Apocalyptica:

The Kill Order by Noemi on Grooveshark

Dashner, James. El Destello (The Kill Order, 2012). Nocturna Ediciones: Madrid, 2014. Traducción de Noemí Risco Mateo.

Como sabéis, a finales de noviembre presentamos este libro en la librería Gigamesh en Barcelona y próximamente habrá otro acto relacionado con El corredor del laberinto en Madrid. Si os lo perdisteis, aquí os dejo el vídeo de la presentación, en el que Irina C. Salabert, la editora de Nocturna, anuncia un par de cosas interesantes.



Presentación de El Destello. Encuentro de fans de El corredor del laberinto
La sala Paco Porrúa llena hasta los topes de fieles corredores

Había quien echaba un ojo a todos los libros de El corredor del laberinto 

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