14.1.19

SOCIEDADES FUTURAS

Bienvenidos a 2019
El mes pasado celebramos en la biblioteca del I. E.S. Emilio Jimeno de Calatayud un Club de Lectura Juvenil en el que participaron los alumnos de la ESO que quisieron apuntarse voluntariamente, y al final hubo tal acogida que no nos quedamos con una sola sesión sino que fueron tres:

Un viaje con Alicia y Dorothy
Reflexionando con Michael Ende
Sociedades Futuras

La sesión Sociedades Futuras fue la más participativa y en ella hablamos de El corredor del laberinto de James Dashner y Warcross de Marie Lu. ¿Te gustaría escuchar un trocito de esta tertulia? En el programa de radio Senderos Abiertos nos desviamos por un camino que nos llevó unos segundos a la biblioteca del instituto. Aquí puedes escuchar el podcast y de paso, si te apetece un ejemplar, puedes participar en el SORTEO de estos dos libros (hay dos ejemplares para Calatayud y alrededores, y otros dos para los oyentes del resto de España). Poder conseguirlos es tan fácil como responder en las redes sociales que indicamos a una simple pregunta que planteamos en el programa. Tienes hasta el 20 de enero.
¡Mucha suerte!


11.1.19

CATWOMAN

Batman siempre ha sido uno de los superhéroes que me ha resultado menos atractivo, pero cuando me ofrecieron traducir un libro sobre Catwoman, los ojos me hicieron chiribitas. Catwoman es una mujer fuerte, luchadora y con carácter propio en las muchas versiones del personaje a los largo de los años. Y en la novela de Sarah J. Maas, publicada por Montena, esta joven Selina Kyle no iba a ser menos.
Apenas había tenido relación con Batman pero, para traducir una historia ambientada en Gotham City, aunque Bruce Wayne estuviese fuera de escena, tenía que empaparme de su universo. Así que antes y durante el proceso de traducción me documenté acerca del mundo de estos personajes a través de cómics, artículos de internet, la Batpedia, fans de Batman, la serie de televisión Gotham… y por fin vi las películas de Christopher Nolan, cumpliendo así el deseo de algunos amigos míos.
Una de las primeras dudas que me surgió fue cómo tratar los nombres de ríos, puentes, calles o zonas de la ciudad. En un principio opté por traducir el nombre común y al lado dejar el propio en inglés, como suelo hacer habitualmente, por ejemplo, «río Sprang», pero desde Estados Unidos llegó la petición a la editorial de que no se tradujera ningún nombre propio y se dejara Brown Bridge o Sprang River, así como Wayne Industries, Arkham Asylum o el nombre de bandas callejeras como las Razors o las Leopards.
Con los nombres de los protagonistas sucedió lo mismo. Por supuesto, no se me había pasado por la cabeza la posibilidad de Mujer Gata o Gatúbela (como se la conoce en Hispanoamérica), ni tampoco Alas de Murciélago para Batwing. Pero ¿y Poison Ivy? Terminó quedando tal cual para seguir una coherencia, a pesar de haber visto «Hiedra Venenosa» en algunas publicaciones de España.
Los trajes especiales y sus distintos accesorios también me hicieron investigar. El traje de Catwoman varía bastante de una versión a otra, aunque siempre la veamos de negro, ceñida, con el látigo, el antifaz y las orejas de gata. En este caso, se trata de un traje especial que le ha robado a la Liga de Asesinos, con tecnología sofisticada, incluido el casco, también llamado Máscara de la Muerte, que ella misma ha tuneado, con sensores y un escáner que le ofrece un torrente continuo de información del exterior.
Batwing, el murciélago con quien la gatita juguetea en este texto, también tiene su traje especial o stealth suit, que en algunos lugares encontré traducido como «traje de camuflaje»; hasta llegué a plantearme referirme a él como «traje sigiloso», pero nadie lo llamaba así. Además, Luke Fox también utiliza toda la tecnología de Batman: batcueva, batesposas, batseñal, batarang…
Por otro lado, me topé como era de esperar con mucho vocabulario felino —garras afiladas, retráctiles, lomos que se arquean, pelaje que se funde con las sombras— y juegos de palabras en algunas ocasiones usados para burlarse de la gata y, en otras, para bromear con ella. Un ejemplo es cuando Ivy aparece en una cámara acorazada que va a robar Catwoman y le dice: I’m going to avoid a joke about the cat being out of the bag. Había que buscar una expresión en español con «gato» que se adecuara a ese contexto y elegí «aquí hay gato encerrado».
Sarah J. Maas presenta una novela con mucha acción, en la que nos baja a los barrios más marginales para luego subirnos a las más altas esferas y tocar de ese modo distintos registros lingüísticos. Enternece al lector con el pasado dramático de las archiconocidas villanas Poison Ivy y Harley Quinn, cuya relación amorosa ignoraba, pero ya aparecía en el cómic Gotham City Sirens.
Asimismo nos regala escenas muy visuales y sonoras —o sonadas— como la irrupción del trío de féminas en plena gala benéfica para robar a los socialites o ricachones. Aún resuena en mis oídos ese Don’t Stop Me Now de Queen que le pide Harley a la banda musical mientras Ivy suelta sus toxinas para dejar inconsciente al público. Una imagen divertida que hace honor a la dedicatoria del libro: «A las mujeres que la arman buena y se lo pasan bien haciéndolo».
En definitiva, un libro muy divertido de traducir a pesar del justo plazo de entrega, perfecto para toda gatuna que se precie, gracias al que he conocido mejor a los habitantes de Gotham City y me ha horrorizado más el Joker si cabe. Ni se os ocurra volver a abrir las puertas de Arkham, aunque sea para ir en busca del Necronomicón.
(Artículo publicado en la sección Mutatis Mutandis de la revista SuperSonic #12)
Maas, J. Sarah. Catwoman. Soulstealer. Montena: Barcelona, 2018. Traducción de Noemí Risco Mateo.

6.1.19

Cicely Reznos '18

Como ya os anuncié, a finales de noviembre del año pasado nos reunimos unos cuantos fans de la serie de televisión Doctor en Alaska en un pueblecito de Soria, Reznos. Iba a ser una actividad entre amigos y conocidos, pero tras aparecer la noticia en el programa de Radio 3 Efecto Doppler, de pronto las solicitudes para participar aumentaron y como no teníamos prevista la asistencia de tantas personas, algunas tuvieron que quedar en lista de espera para un segundo encuentro que aún está por confirmar.


Acudieron de muchos lugares distintos: Barcelona y Madrid, como es habitual en las actividades de Casa Tía Julia, pero también Córdoba, Zamora, Alicante, Valencia, Asturias y Vigo, así como gente de pueblos de los alrededores de Soria y Calatayud. Nuria Sebastián, que organizó todo el fin de semana, los espacios de las actividades, la coordinación del alojamiento y comida de los asistentes, escribió hace ya semanas un resumen muy acertado, que incluye el programa para los que quieran echarle un vistazo.
Como requisito para asistir, cada participante debía llevar preparada una pequeña exposición sobre un tema que le atrajera de la serie. Resumir en esta entrada todas las intervenciones sería complicado y extenso, así que me limitaré a hablaros un poquito de mi charla sin alargarme demasiado. Ya sabéis que prefiero entradas cortas y que estas actividades las vengáis a disfrutar en persona.
Eso sí, os diré que fueron todas muy interesantes y bastante emotivas, pues la mayoría —por no decir todos— tenemos una conexión especial con Doctor en Alaska. Buena gente la que acudió a Reznos.

Las distintas voces de Cicely
Si hay una cosa que caracteriza a esta serie, y tal vez por eso atraiga a tantas personas, es la variedad de gente que vive en el pueblo o pasa por allí. Desde los nativos norteamericanos que tienen un gran protagonismo (y es uno de los detalles que más me gusta) pasando por un montón de estados del país distintos e incluso personas que son de otros países como Corea, Italia, Rusia, Japón o Alemania. Pero no solamente la forma de hablar queda reflejada por su procedencia geográfica, sino por su contexto social.
Joel Fleischman, el médico neoyorkino, el típico histérico de gran ciudad; judío, que continuamente utiliza palabras yiddish (no presentes en la versión doblada, pero de eso os hablaré en el segundo encuentro); pedante, que se cree superior por haber estudiado en Columbia (Ivy League). Un pretencioso, al fin y al cabo, pues procede de una familia humilde y trabajadora, que no pudo pagarle los estudios y por eso tiene que trabajar cuatro años en Alaska. A lo largo de las seis temporadas veremos una evolución evidente en su comportamiento y, por lo tanto, en su forma de hablar. Mi personaje preferido de la serie junto a Ed porque me siento sumamente identificada, pero eso ya lo dejo para mi novela, si algún día termino de escribirla.
Marilyn Whirlwind caracterizada por su silencio y su sonrisa. Con un acento
Se habló bastante de Marilyn en CicelyReznos18
marcado que le obligaron a poner a la actriz, Elaine Miles, quien en una entrevista protestaba porque asegura que no todos los nativos norteamericanos hablan arrastrando de esa manera las palabras. Gracias a ella y a otros personajes indios conoceremos la cultura e idioma tinglit.
Maurice: texano, patriota, exmilitar y exastronauta, pero con gustos refinados. Shelly y Holling, ambos canadienses, pero ella con un argot adolescente importante, muy 90s, y él trampero del Yukon, bastante de campo. Maggie, de Michigan y origen irlandés, feminista. Ed, medio blanco, medio indio, con mucho vocabulario del cine, su gran pasión. Ruth-Anne, de Portland (Oregon), con más de setenta años, pero muy abierta de mente, luchadora. Chris, exconvicto de West Virginia, de clase social baja, pero con un gran conocimiento de literatura, filosofía, arte y música... Su hermano Bernard, otro hombre culto, un negro sin acento negro, como apunta el racista de Maurice... La voz del silencio en Chris cuando se queda sin habla, en el hombre volador... Hablé de mucho más personajes, incluso escuchamos a Fleischman hablar en español en versión original, pero os dejo con la miel en los labios porque ya me estoy extendiendo demasiado.

Foto de grupo CicelyReznos18 (aunque faltan algunos asistentes desperdigados)
¿Os dan ganas de acudir al segundo encuentro? Además, en algún momento llegará el revival de la serie y tenemos opiniones para todos los gustos. A ver qué nos encontramos en la Cicely del siglo XXI. ¿Querríais venir a compartir vuestra pasión por la serie con otras personas a las que también influyó en su vida? Si tenemos una buena respuesta por vuestra parte —y hay muchos puntos de que sí—, volveremos a organizarlo.

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