10.8.06

La huella (Dark Water)

Este remake supera a la versión original, definitivamente. La historia es mucho más coherente, está mejor cohesionada y mejor planteada. La japonesa la entendí, sí, pero no me provocó ningún sentimiento y la consideré "pse", pero la versión norteamericana me ha sorprendido, hizo aflorar hasta unas lagrimitas y todo. Por primera vez el cine estadounidense me transmitió realidad -es curioso, justo una historia de fantasmas-, por primera vez no representaron a la familia ideal, prototipo americano, que vive en una casa enorme a las afueras de la gran ciudad; sino que tenemos a una madre en pleno divorcio que busca un lugar donde vivir y el único sitio que se puede permitir pagar es un piso bastante pequeñito en un barrio de Nueva York.
Ya metidos en el argumento, creo que el tema protagonista en el film es el amor de una madre por su hija. Existen las madres que pasan de todo (que nunca deberían ser madres) y las que lo darían todo por ti (las que todo niño se merece).
Sin contar el final, es una historia bonita, aunque triste; para nada de terror, aunque hay algún sustillo.

Dirección: Walter Salles. Interpretación: Jennifer Connelly, Ariel Gade, Dougray Scott, Pete Postlethwaite, Tim Roth, John C. Reilly, Perla Haney-Jardine.

Dahlia Williams (Jennifer Connelly) empieza una nueva vida. Acaba de separarse, tiene un nuevo trabajo y un nuevo apartamento y está decidida a pasar página en su matrimonio y dedicarse en cuerpo y alma a su hija Ceci (Ariel Gade) de cinco años. Pero cuando su estresante separación se convierte en una batalla por la custodia de la niña, su ya frágil estado psicológico empieza a desmoronarse. Su nuevo apartamento parece tomar vida propia. Ruidos misteriosos emanan del apartamento vacío del piso de arriba y hay una fuga de agua oscura permanente en el techo del dormitorio. Se deja llevar por la imaginación y es incapaz de distinguir entre fantasía y realidad. No tiene fuerzas para averiguar quién está detrás de unos diabólicos juegos mentales. Basada en la novela de Koji Suzuki titulada Honogurai Mizu No Soko Kara.

6.8.06

Phastastes de George MacDonald

Un joven al cumplir veintiún años, abre un viejo arcón heredado de su padre y de un compartimento secreto surge un dimunito ser que le abrirá las puertas del País de las hadas. A partir de ahí se da inicio al relato de un viaje mágico entre hadas y duendes, caballeros y damas encantadas. Un mundo a veces sombrío y fantasmal, siempre misterioso, donde las aventuras se suceden con la lógica de los sueños.

La historia me recordó en parte a un relato que escribí el año pasado, pues al igual que en esta novela, mi protagonista también pasaba del mundo real al País de las hadas para darse cuenta de que pertenecía allí. La idea en sí no está mal, pero la edición de Miraguano deja bastante que desear (ni siquiera separa los capítulos de hoja) y la fuente que usa no es muy atractiva (aunque esto ya es más subjetivo). Otra cosa que me hizo pasar páginas a mayor velocidad fueron las poesías que te encuentras cada dos por tres, eran como esos musicales donde a la mínima ya están cantando y tú piensas: ¿otra vez? Pero bueno, hay que tener en cuenta que este autor también era poeta y además es del s. XIX, por lo que la manera de escribir también difiere de los escritos actuales. El otro día, por ejemplo, traté de leerme una recopilación de relatos fantásticos de autores clásicos españoles como Don Juan Manuel o Quevedo y por poco muero en el intento.

¿Alguna recomendación de literatura fantástica?
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