TODO ES CIENCIA FICCIÓN HASTA QUE
ALGUIEN LO CONVIERTE EN CIENCIA REAL
Este libro me sorprendió de manera grata. Personalmente no tengo esa pasión por Japón que comparten otras personas ni tampoco soy aficionada a los videojuegos a pesar de haber traducido Assassin's Creed, pero esta novela llegó a engancharme tanto mientras la trabajaba que me alegro de que me tocara traducirla a mí. Plantea al lector una reflexión muy actual sobre las nuevas tecnologías y me encantaría oír (o leer) qué opináis al respecto.
Es curioso, llevo ya tres veranos viajando a una ciudad: San Francisco en 2015, Chicago en 2016 y Tokio, gracias a esta historia, en 2017. El libro comienza en Nueva York, pero no pasaremos mucho tiempo allí; enseguida nuestra protagonista viaja a Tokio para asistir al campeonato mundial de Warcross. Las descripciones de los paseos por Shibuya y en especial la visita a la casa de los padres de Hideo, a las afueras de Tokio, me transportaron directamente allí.
La visita al onsen y la revelación del tatuaje de Emika con esa estructura Escher y la partitura de La reina de la noche me robaron un trocito de corazón que se quedó en este encargo.
Al ser ciencia ficción, nos encontramos con nueva tecnología que, al menos a mí, me conectó con otras historias como Días Extraños (Mundos de Recuerdos), El vuelo del navegante (Wikki), El corredor del laberinto (Enlace), Matrix... No me extenderé más dando explicaciones de por qué, para los que no hayáis leído aún el libro, pero por aquí —o en cualquier charla a la que me inviten— me encontraréis si después de la lectura os apetece comentarlo.
Es muy fácil perderse en una ilusión
Estoy segura de que este libro va a haceros pensar y generará muchas conversaciones interesantes. Y aún falta la segunda parte para terminar la bilogía. La espero impaciente. Aquí os dejo las primeras páginas por cortesía de Nocturna para que vayáis entreviendo de qué va todo esto.
Lu, Marie. Warcross (2017). Nocturna Ediciones: Madrid, 2018. Traducción de Noemí Risco Mateo.
Suena de maravilla...Qué bonito eso de que es fácil perderse en la ilusión...creo que la ciencia ficción, tiene mucho que ver con ese mundo.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
En este caso, esa frase se dice en una reflexión importante sobre la realidad virtual. Es una de las cosas que me gusta de este libro, que hará pensar a los chavales sobre un tema de actualidad que puede determinar nuestro futuro.
EliminarUn abrazo.