30.10.15

La habitación de Naomí

Charles, el protagonista y narrador de la historia, nos habla a principios de los noventa sobre unas fotografías que ha encontrado, unas fotografías que le traen malos recuerdos, y de las que al principio no nos quiere revelar mucho.
Las encontré ayer, por pura casualidad. Las fotografías. Las que tomamos durante unas Navidades de aquellos lejanos años. Y también las que tomamos después en Egipto. Recuerdos de todo un invierno. Yo las creía perdidas o destruidas. Tal vez deseaba que así fuera.
Tienen que ver con su mujer y su hija, con lo que sucedió hace veinte años, en los setenta, pero también con lo que sucedió en su casa hace mucho más tiempo. 
Naomí, su hija, que describe como una niña bastante seria y formal para su edad, desaparece en un día de compras y la encuentran más tarde, muerta, brutalmente asesinada.
A partir de entonces, comenzará la investigación, y se abrirá una caja de Pandora.

Una historia de terror, de las que realmente dan miedo, sobre todo si estás sola en tu casa, muy bien escrita hasta casi el final, con una traducción que también me sorprendió favorablemente. Hasta «casi el final», porque durante la mayoría de las páginas me dejó en vilo, con el miedo y la inquietud que transmite un buen relato de terror psicológico, y además original, hasta que se revela quién está detrás de los asesinatos y qué hay en el desván. Esa parte más macabra, más próxima a un thriller que a la novela de fantasmas, ya no va tanto conmigo, pero puede que haga las delicias de otros.

Leyendo mi ejemplar en un martes 13
Cuando por fin me decidí a leerlo, tras muchos años rondando las estanterías de casa, no sabía muy bien de qué iba y creo que es mejor que el lector lo coja con esa ignorancia para ir descubriendo poco a poco el misterio que se encuentras tras la familia Hillenbrand. Curiosamente, no sé por qué creí que se trataba de literatura norteamericana y tras repetir varios lugares de Londres y Cambridge, al final me di cuenta de que estaban en Inglaterra. ¡Qué cosas!

Jonathan Aycliffe es el pseudónimo que emplea el irlandés Denis MacEoin para escribir historias de fantasmas, que por cierto tiene unas cuantas. La última, The Silent of Ghosts, publicada en 2013.

Aycliffe, Jonathan. La habitación de Naomí (Naomi's Room, 1991). Plaza & Janés: Barcelona, 1993. Traducción de Jesús de la Torre Roldán.

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