El creador de Sherlock Holmes creía en las hadas y su fe se vio confirmada cuando Edward Gardner, miembro de la
Sociedad Teosófica, con la que se relacionaba el escritor por su afición al espiritismo, le habló de unas niñas de un pueblecito de Yorkshire que habían fotografiado en 1917 a unos seres feéricos. Tal fue su entusiasmo al ver las fotografías, que visitó a la familia en Cottingley para seguir investigando sobre el tema, hacer estudios psicológicos de los implicados y examinar tanto la cámara como las fotografías para probar que eran auténticas y no había ningún montaje.
En el momento del descubrimiento, él estaba escribiendo un artículo sobre hadas para la revista
The Strand y le vino como anillo al dedo. A partir de esta experiencia, escribió el libro del que hablamos en la pasada tertulia del 20 de abril, en la sede del
Círculo Holmes, una asociación de seguidores de la obra de sir Arthur Conan Doyle.
¿Eran reales las fotografías? Por supuesto. ¿Había allí hadas? Lo que captaron las cámaras fueron unos dibujos de Elsie que habían recortado las niñas y colocado para que se mantuvieran de pie durante el disparo. Ellas mismas confesaron a principios de los años 80 que las hadas eran falsas, aunque Elsie seguía manteniendo que la quinta, donde se retrata un nido, era auténtica.
Si fuésemos capaces de imaginar una variedad de seres hechos de una sustancia que emite vibraciones más largas o más cortas que las nuestras, estos seres resultarían invisibles en la medida en que no pudiésemos sintonizar con su frecuencia. Precisamente esta capacidad de saber sintonizar con otras vibraciones y mantenerse en contacto con ellas es lo que hace al clarividente.
Desde que Conan Doyle perdió a su hijo, su madre y su hermano menor en la guerra, se aficionó al espiritismo, muy de moda en la época victoriana, y acrecentó su interés por los temas esotéricos. No obstante, la creencia en las hadas no es algo fuera de lo habitual en las Islas Británicas (y otras culturas nórdicas), por lo que ya había antecedentes en la familia Doyle. Su padre, Charles Doyle, dibujante, las había retratado varias veces, aunque bien es cierto que gran parte de su obra dedicada a estos seres fue producida en un manicomio, en el que fue internado por depresión y alcoholismo, y no llegó a tener la misma fama que su hermano mayor,
Richard Doyle, que fue un famoso ilustrador en su época. De hecho, yo hacía años que lo conocía (pero no lo había relacionado con su sobrino), especialmente por las ilustraciones que hizo para
La princesa nadie, de Andrew Lang, recogidas en la magnífica edición de Olañeta en su colección Érase una vez... Biblioteca de Cuentos Maravillosos.
|
Ilustración de Richard Doyle |
La sesión con el Círculo Holmes finalizó con la proyección de
Fairy Tale: A True Story, una de las dos películas estrenadas en 1997 que ofrece una versión de los hechos acontecidos a principios del siglo XX, que aunque ya la había visto, alejó un poco ese escepticismo que me estaba invadiendo.
¿Existen las hadas? Tal vez las niñas sí vieron algo, pero sin duda lo que captaron las cámaras eran recortes de papel. Elsie era una gran dibujante y además había trabajado en un estudio fotográfico. Su prima pequeña le siguió la broma y entre las dos consiguieron atraer la atención de muchísimas personas a un pequeño pueblo del norte de Inglaterra. Quizás ahora no lo capte nuestra mirada ni tampoco el objetivo de las cámaras, pero puede que como dice Doyle en su libro, algún día "se inventarán gafas parapsíquicas".
Muchísimas gracias a todos los que asistieron y en especial a Círculo Holmes por acoger esta actividad y poner los medios para que fuera posible. Fue una tarde muy agradable y más aún cuando le regalan a una un punto de libro de las pocas aves que me gustan para marcar un cómic dedicado por el mismo guionista de la historia,
Sergio Colomino, que se encontraba entre los participantes. Más información sobre
Sherlock Holmes i la conspiració de Barcelona en la próxima tertulia que celebraré en junio. En breve anunciaré el tema, aunque ya he dado una gran pista.
Querida Noemí
ResponderEliminarUna entrada maravillosa,me ha encantado leerla
Un Beso
¡Feliz Día del Libro!
Me ha encantado leerte...y el punto de lectura es precioso...
ResponderEliminarLa verdad es que no sabemos a lo que podemos llegar con la mente...las perdidas afectivas te deben de dejar hecho polvo.
Un beso grande y buen fin de semana!!