Además de las tertulias literarias que empecé por puro ocio, varios traductores literarios nos reunimos una vez al mes para hablar de nuestra profesión, pero aún no hemos encontrado un buen sitio tranquilo, donde quepan unas 15 ó 20 personas y donde se pueda hablar sin necesidad de pegar gritos. Si sois de Barcelona, ¿podéis sugerirme algún lugar de reunión tranquilo?
Ayer tratamos los siguientes temas: las notas del traductor y la visibilidad del traductor.
La mayoría opinamos que las notas del traductor sólo deben ponerse cuando es estrictamente necesario, sobre todo en textos dirigidos a personas que vayan a estudiarlos o analizarlos, como por ejemplo, lo que edita Cátedra. Pero, en cambio, en libros de entretenimiento, para un público general, cuando el lector se encuentra con muchas notas, resulta farragoso y esas continuas interrupciones acaban molestando. ¿Qué opináis vosotros? ¿Os gusta encontraros con una nota del traductor? A mí me gusta que quede a mi elección ir en busca del significado de esa palabra que no entiendo. Si lo explicamos todo, a veces hasta podemos ofender, porque puede que el lector, al que nosotros creemos tonto, en realidad ya conozca la palabra o expresión.
En cuanto a la visibilidad del traductor, ¿cuántos de vosotros sabéis el nombre del traductor de vuestra obra preferida? ¿Soléis fijaos en quién traduce los libros? Mucha gente sólo se acuerda del nombre del escritor, pero hay que tener en cuenta que ni Stephen King, ni J. K. Rowling, ni Dan Brown escriben es español.
Sobre las notas del traductor a mí siempre me lo enseñaron de forma muy sencilla: que sean para ayudar al lector en su lectura, no al traductor en su trabajo (vaya, que no por no buscar tú una alternativa te líes a poner notas porque, como dices, distraen bastante).
ResponderEliminarY sobre la visibilidad. Pues sinceramente, yo creo que está bien cómo está. Una cosa es que no se diga quién es el traductor, que no está bien, y otra cosa es que el traductor quiera ser más protagonista que el autor. El traductor tiene que dejar ver al escritor, no hacerle sombra.
Por supuesto, el libro es del autor, de eso no cabe duda, pero sí es cierto que el trabajo de los traductores literarios también es creativo, nosotros escribimos el texto de nuevo en español, en este caso, y creo que los lectores deberían reconocer este trabajo.
ResponderEliminarNo pretendo hacerle sombra al escritor, ni mucho menos, pero sí no ser tan invisible.
Pienso que sí se debería valorar las buenas traducciones y nombrar a la persona que ha conseguido que puedas disfrutar de esa obra en tu propio idioma. ¿No crees?
Un saludo,
Tanakil.
¡Por supuesto! Ya te digo que me parece fatal cuando no se dice el traductor, por ejemplo. Y me parece bien que haya un Premio Nacional de Traducción, porque el trabajo del traductor no se hace precisamente solo.
ResponderEliminarLo que quiero decir es que es muchas profesiones muy importantes e igual de invisibles. Que no se vea demasiado - pero sí, insisto, lo justo - no quiere decir que no sea importante ni digno de reconocimiento o que no tenga valor. Pero mira por ejemplo a los intérpretes de las cumbres de alto nivel, están también "escribiendo de nuevo el texto", un texto que puede cambiar el ritmo del mundo y suelen estar metidos en su cabina sin que nadie sepa siquiera su nombre.
No sé, creo que valor y "visibilidad" son cosas distintas y una no quita la otra.
Cristina, entiendo a qué te refieres porque conozco también el trabajo de los intérpretes. Pero las traducciones de los intérpretes y de otros traductores (jurídicos, científico-técnicos, etc.) no son obras de propiedad intelectual, en cambio, las de los traductores literarios, sí. Por supuesto que el resto de traductores hacen un trabajo importantísimo, pero estamos hablando de otro campo de la profesión.
ResponderEliminarA los que sí que incluiría es a los traductores de películas y de series de TV, de los que no sabemos nada, ni su nombre. ¿Y qué me dices de los dobladores (actores)? Son sus voces las que oímos y ni siquiera sabemos quiénes son. Un día abriré una entrada sobre este tema porque existe una web con todos sus nombres :-)
Un saludo,
Tanakil.
Conozco la web que dices (o que creo que dices, claro), y es muy completa. Pero yo es que cada día aguanto menos el doblaje. Si de mí dependiera todo sería con subtítulos (y ya entiendo que mucha gente no los soporta, pero bueno).
ResponderEliminarEn fin, temas muy interesantes, que antes no te lo he dicho :)
Sí, yo también prefiero ahora ver las películas en VO y si son en inglés, pongo los subtítulos en inglés por si me pierdo algo. Pero claro, eso desde que sé bien el idioma.
ResponderEliminarLa gente en general lo que suele decir aquí en España es que prefiere ver la película doblada porque es puro entretenimiento y no quieren esforzarse en tener que ir siguiendo los subtítulos. Cosa que no ocurre en otros países, por ejemplo en Escandinavia, donde suelen emitir las películas en VO con subtítulos. No me extraña que tengan un buen nivel de inglés ;-)
Me alegro de que te parezca interesante el tema.
Un saludo,
Tanakil.
Ya, ese es el problema. Anda que no he oído veces lo de "si quiero leer, me compro un libro", que me parece una salvajada.
ResponderEliminarNosotros todo lo que se puede lo vemos en VO, incluso si desconocemos el idioma (películas japonesas, por ejemplo, o iraníes o lo que sea, con subtítulos, claro). Una vez te acostumbras es mucho mejor y mucho más real, desde luego. Y ahora al menos hay pistas de sonido y el doblaje no se carga el ruido de fondo como antes.
Jeje, me estoy volviendo una integrista como puedes ver :P
Es cierto, es más real cuando es en VO. Pero eso, sí, las películas que vi de pequeña me cuesta mucho verlas ahora en VO porque es muy distinto y parece como si me robaran parte de aquel recuerdo.
ResponderEliminarEsta vez he tardado más en contestar porque estoy haciendo berenjenas rellenas ;-)
Como lectora irredenta, prefiero notas del traductor a frases inventadas sin explicación.
ResponderEliminarPor ejemplo, en los libros de Terry Pratchett hay bromas intraducibles que se han reinventado completamente. No me enfada que cambien el texto, pero en ese caso, me gustaría que una nota (no tiene por qué ser al pie del texto, pueden estar reunidas al final) al menos dejase constancia de que eso es un añadido al original.
En cuanto a las versiones originales, es cuestión de gustos y de grados: con doblaje de personajes, con doblaje de voz en off, con subtítulos en español, con subtítulos en inglés, sin subtítulos... todo depende de a lo que esté acostumbrado cada uno y de su nivel en el idioma original. Afortunadamente, ahora disponemos de muchas más opciones que antes a ese respecto. :)
Ah, que se me despistó: el traductor de mi obra preferida en otro idioma es Miguel Sáenz (es uno de los dos únicos que puedo nombrar :P). Y a fe mía que hizo un magnífico trabajo.
ResponderEliminarMila dijo...
ResponderEliminarLas notas del traductor, y como creo que nos pasa a todos los que nos dedicamos a esto, evito en lo posible recurrir a ellas porque son la prueba de que te has quedado sin recursos. Sin embargo, a veces es la única salida que tienes. Y en ocasiones, esas notas son muy de agradecer, porque no todos sabemos de todo, y viene bien que alguien te explique lo que no entra en tus conocimientos. Yo las he utilizado muy pocas veces, repito, pero jamás he pensado que así le explico al pobrecito lector algo que no sabe, sino todo lo contrario: me siento un poco avergonzada por no haber sabido contárselo sin recurrir a la dichosa nota.
¿Que eso se evitaría si leyéramos el libro en su idioma de partida? Naturalmente. Sin embargo, hay gente que, aun siendo capaz de comprender un texto de otro idioma lo suficiente para sacar una idea general del contenido, no capta giros, guiños entre líneas y pequeñas cosas que dan“sabor”al relato y que lo enriquecen. A mí me gusta leer algunas novelas en castellano (aunque sean de un autor que escribe en inglés), porque es mi lengua materna y es en la que, digamos, pienso, siento, sueño y vivo. Siempre que sea una buena traducción, claro... Además, y puesto que en idiomas ando un poco limitada, si no fuera por los traductores de otras lenguas me quedaría sin disfrutar de historias que me han interesado, emocionado o simplemente entretenido (que no es poco).
El otro punto que se plantea: ¿traductor visible o no? Claro que sí. Querer ser visible no significa quitarle protagonismo al autor de la novela, sino aspirar a que se reconozca su labor. Tal vez se consiga, con el tiempo, que la gente eche un vistazo al libro que va a leer para ver quién es el traductor. No hace tantos años había muchísima gente que te hablaba de un libro“titulado X", pero no tenía ni puñetera idea de quién era el escritor porque no se había molestado siquiera en LEER ese nombre que viene en portada. A ver si se consigue lo mismo con el traductor.
¿Que por qué? Por la sencilla razón de que ese profesional tiene mucho que ver en que el libro que vas a leer te guste o te aburra o incluso que llegues a cerrarlo sin haber sido capaz de acabarlo; aunque la mayoría de las veces no es culpa del traductor ¿eh?, que “ladrillos”, haberlos, los hay, y llegan así de origen.
Lo dejo ya, que al igual que les ocurre (dicen) a los autores que suelo traducir -literatura fantástica, ésa que muchos la incluyen, de entrada, en“aluvión", y lo advierto por si alguien se plantea "pinchar”el enlace a mi bitácora, para que se ahorre el trabajo y el tiempo si no le gusta ese tipo de literatura-, al igual que les ocurre a esos autores, repito, que se extienden hasta el infinito y más allá, a mí me pasa igual. (¡¡Y tengo que seguir con el trabajooooooo, podios, podios!!)
Dejo el versito que tengo puesto en mi blog (bitácora) en lugar preferente, tan acertado y tan apropiado para el tema de este artículo.
Un abrazo, Noemí.
Many critics, no defenders,
Translators have but two regrets;
When they hit no one remembers,
When they miss no one forgets.
Sibila: Para gustos, colores; por eso preguntaba vuestra opinión ;-)
ResponderEliminarA mí, la verdad es que me molesta ver mucha nota y si en el texto falla algo, pues me lo leo en inglés y ya está. Por supuesto, hay ocasiones, como he dicho, que es imprescindible una aclaración.
Mila: A mí también me gusta leer en español, sobre todo porque como ya me pego el día con textos en inglés, cuando leo por ocio, me apetece hacerlo en mi lengua materna. Además, es una forma de seguir almacenando expresiones en el disco duro de nuestra memoria.
El verso que has puesto al final de tu mensaje es la pura realidad, cuando el traductor lo hace bien, nadie dice nada, pero cuando lo hace mal, todos a criticarlo.
Gracias por darnos tu opinión de profesional ;-)
Un saludo,
Tanakil.
Acaba de llegarme por correo una breve transcripción de la tertulia que tuvisteis en Barcelona, redactada por Gemma Rovira; un buen detalle con los que no tenemos la suerte de vivir cerca para asistir a esas tertulias.
ResponderEliminarSin duda pasasteis unas horas muy agradables, porque siempre es grato e interesante intercambiar opiniones sobre el trabajo y transmitirse noticias y rumores del mundillo editorial, jejeje...
Un abrazo
Sí, Mila, yo me lo paso genial cada vez que quedamos porque disfruto mucho hablando de mi trabajo, me apasiona, sobre todo porque leer es una de mis grandes aficiones y me gusta estudiar la lengua y las costumbres de las culturas que más me atraen, en mi caso, la aglosajona y la germánica.
ResponderEliminarEn Madrid también hacéis algo parecido, ¿no?
Un abrazo,
Tanakil.
Hola
ResponderEliminarLa verdad es que nunca me he fijado en los traductores de las obras.
Se que es un poco desconsidelado por mi parte, pero en cambio si que leo las notas o la introducción del traductor si la hay.
Prefiero las notas, nunca estan mal, y siempre aprendes algo nuevo.
Sobre lo que comentabaís de las películas... cada vez soporto menos las películas dobladas, prefiero verla substitulada.
Por eso siempre que vamos solos al cine mi pareja y yo vamos al Floridablanca , Verdi o Icariam Yelmo...cines en que se pueden ver.
(Tanakil, soy arenita_azul, solo que me he cambiado el nik, estos días ando muy Maga (personaje de rayuela))
De un tiempo a esta parte me voy fijando más en quien traduce los libros...
ResponderEliminarY sobre las notas del traductor, estoy totalmente de acuerdo contigo.
Bss
Hasta hace poco relativamente, no me daba cuenta del gran trabajo de los traductores y de lo importante que era quién traducia los libros. Tengo un amigo que traduce libros en Valdemar y desde luego es importante dar valor a este trabajo que parece oculto en muchas ocasiones.
ResponderEliminarCreo que ya te lo he comentado, Tolkien cuidaba mucho de las traducciones...de hecho hubo un libro en sueco que se enfadó mucho cuando se publicó y pidió traducirlo él mismo. Pero eso sólo dignifica el hecho explícito de ser traductor o traductora.
De hecho agradezco mucho a los traductores que me acerquen al mundo de los libros que sin ellos, no podría leer. Así que gracias, por la parte que te toca.
Un abrazo grande!!
María: ¡Muchas gracias por tus palabras! Eres un sol :-)
ResponderEliminarTanakil.