3.1.18

Lecturas navideñas de 2017

Ilustración de Daniel MacLise
El cuento de Dickens elegido este año ha sido Las campanas, la historia de esos duendes que viven en las campanas que despiden cada año para dar la bienvenida al nuevo. Un relato escrito en 1844, un año después de Cuento de Navidad, con una fuerte crítica social y un mensaje moral que creo que me ha llegado más que todo lo anterior leído de este autor.
No fui mucho tiempo a la escuela de pequeño y no sé si servimos para algo en este mundo o no. A veces pienso que para algo valdremos, aunque sea para poco, pero otras veces tengo la impresión de que somos un estorbo. Hay momentos en los que me siento tan confuso que no sabría decir si hay algo de bondad en nuestro interior o si nacimos ya malos.
Trotty, un viejo y pobre recadero, una Nochevieja, al leer el periódico se plantea si los que no tienen dinero son malos por naturaleza. Mientras está trabajando, antes de ir a por un mensaje, aparece su hija Meg para anunciarle su boda con su novio Richard y le lleva unos callos para celebrarlo, pero los ricos que salen por la puerta junto a la que están sentados los tildan de gentuza, se burlan de sus muertos y les dicen que no tienen derecho a casarse por lo pobres que son.
¿Dices que vas a casarte, muchacha? ¡Algo muy impropio y poco delicado para una persona de tu sexo! [...] Tendrás hijos, chicos. Niños que crecerán y envilecerán, como es natural, que andarán todo el día por la calle, descalzos. ¡Mucho ojo, amiguita! Porque los condenaré sin misericordia: estoy decidido a acabar con todos esos chiquillos que van descalzos (como si fueran así por gusto). Quizá tu marido muera joven, pues eso es lo más probable,  y te deje un crío a tu cargo. Entonces, te echarán de tu casa y vagarás de un lado a otro. Te advierto que no te acerques a mí, querida, porque estoy dispuesto a acabar con todas las madres vagabundas. Y no pienses que alegar cualquier enfermedad te valdrá de excusa ante mí, porque estoy dispuesto a acabar con todos los enfermos...
Humillan a los pobres hasta romperles sus sueños y esperanzas. Y los amenazan
Ilustración de Richard Doyle
de forma descarada para dejar claro su poder y «superioridad».
Vele por su hija. Es muy guapa.
«Seguro que su belleza se la ha arrebatado a alguien. Nada me extrañaría que se hubiera adueñado de la lozanía de quinientas damas. ¡Qué horror!»
La hija y el prometido se quedan hundidos después de todo lo que les dicen y el padre esa noche llamado por las campanas, se encuentran con los duendes que habitan en ellas y le obligan a presenciar una serie de visiones para aprender que el destino de todo hombre es mejorar y debe ignorar las malas palabras de los otros. No se debe condenar a los desafortunados. 
Las historias de Dickens reflejan la sociedad inglesa del siglo XIX, las diferencias entre ricos y pobres, y suelen ser relatos tristes, con moraleja, pero este en concreto me ha afectado más tal vez porque lo he visto demasiado real y no tan alejado en el tiempo. Lo recomiendo encarecidamente y además viene acompañado de unas ilustraciones maravillosas de Daniel MacLise, Richard Doyle, John Leech y Clarkson Stanfield.
Dickens, Charles. Cuentos de Navidad (Christmas Books). Edhasa: Barcelona, 2007. Traducción de Gregorio Cantera.
Mi segunda lectura, disfrutada el día de Navidad, fue este cuento griego que me regaló una amiga por carta. ¡Qué sorpresa abrir un sobre lleno de detalles maravillosos! Y en la foto, junto al cuadernillo, un ramo de muérdago, brezo y acebo regalado en estas fechas por otra amiga. Una alegría de obsequios.
El relato narra la llegada de un extraño el 25 de diciembre a casa de una familia, que lo recibe en su mesa sin ningún reparo, aunque luego descubrirán que es un preso huido.
Dafnis, Stéfanos. El extranjero navideño. Clan editorial, 2006. Traducción de Teresa Sempere.
Espero que estéis pasando unas buenas fiestas. ¡Feliz año!

2 comentarios:

  1. Querida Noemí
    hacía tiempo que no venia por aquí y tus entradas me han maravillado...la de La bruja novata...vi la película muchas veces cuando mis hijos eran pequeños,la querían ver una y otra vez porque les encantaba...No conocía la verdadera historia y me ha gustado mucho conocerla...Y ese cuento de Dickens y el regalo de tu amiga...Un beso y Feliz Año Nuevo.Uno de mis propósitos para el nuevo año es visitar más a blogs como el tuyo en el que siempre que vengo lamento no haberlo hecho antes
    Un Abrazo

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    Respuestas
    1. ¡Qué alegría verte por aquí! Invitada estas a mi Laberinto cuando gustes :)
      Un abrazo.

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